El Rey León, el musical de Disney, una de las obras de teatro más queridas en el mundo, regresa tras diez años de ausencia al Teatro Telcel de la Ciudad de México, en lo que se augura será una temporada llena de emociones, risas, lágrimas, amor y música para los fanáticos de todas las edades de una de las historias más queridas de Disney, puesta en escena.
El Rey León, con más de 25 años, se ha presentado en nueve idiomas y actualmente hay ocho producciones de este musical en el mundo: Broadway, Norteamérica, Tokio, Londres, Hamburgo, Toronto, Madrid y París. En la ciudad de México será su novena producción, después de haber sido vista en más de 100 ciudades de 24 países, y tras recaudar más que cualquier película o espectáculo en la historia del entretenimiento.
En entrevista , el director musical de la obra, el maestro Isaac Saúl, comparte el gran trabajo que implicó llevar al escenario y darle vida a un proyecto tan ambicioso como El Rey León, por qué lleva casi tres décadas siendo un éxito indiscutible, la facilidad con la que conecta con el público por ser una obra de valor universal, y aclaró si la puesta en escena tendrá obras en Guadalajara y en el resto de la República Mexicana.
El Rey León, una obra que une generaciones
El maestro Isaac Saúl, director musical de El Rey León, y uno de los directores musicales más importantes del teatro en México, compartió que el musical regresa a nuestro país debido a que Disney encontró las condiciones para presentarlo de nueva cuenta, luego de una temporada en San Paulo, Brasil, y antes del retorno a Estados Unidos. Las circunstancias favorecieron que El Rey León volviera a sacudir el corazón de los mexicanos.
Una de las grandes virtudes de El Rey León es cómo ha logrado reunir a diversas generaciones y personas de todas las edades, considerando que la obra tiene casi 30 años, de la misma manera de la película animada que conquistó al mundo cuando se estrenó en las salas de cine. Ese encuentro generacional hace que, en el escenario, El Rey León sea una experiencia que derriba las barreras de los años. En parte por apelar a la melancolía, pero también por el hecho mismo de que es una gran obra.