Un potente tifón sacudía el martes el norte de Filipinas, donde miles de personas fueron evacuadas para evitar los daños personales y materiales causados por otro meteoro el mes pasado.
Yutu tocó tierra en la localidad de Dinapigue, en la provincia nororiental de Isabela antes del amanecer con vientos sostenidos de 150 kilómetros por hora y rachas de hasta 210 km/h, según las autoridades. El tifón derribó árboles y postes eléctricos y arrancó los tejados de pequeñas viviendas, pero no se reportaron víctimas de inmediato.
Según la previsión del gobierno, Yutu se debilitó ligeramente después de tocar tierra y se espera que azote el norte de Filipinas más tarde en el día tras avanzar hacia el oeste sobre las provincias afectadas por el tifón Mangkhut, que causó más de 100 muertos y desaparecidos a mediados de septiembre.
Yutu llegó a Filipinas tras arrasar el territorio estadounidense de Islas Marianas del Norte, en el Pacífico, donde cortó la electricidad, destruyó casas y demoró las elecciones.
Más de 10.000 residentes se trasladaron a zonas seguras en el norte de Filipinas antes de la llegada del tifón.
«Ni siquiera tuvimos que hacer evacuaciones forzadas. La gente todavía está asustada. Se marcharon de inmediato de las laderas y del río cuando la policía declaró que era el momento de evacuar», señaló Victorio Palangdan, alcalde de Itogon, una localidad de montaña con minas de oro que perdió a más de 90 vecinos, en su mayoría en deslaves provocados por Mangkhut.