El miércoles 6 de agosto de 2025, la aerolínea estadounidense United Airlines suspendió temporalmente sus vuelos en Estados Unidos tras sufrir una interrupción tecnológica que afectó la información esencial para la operación de sus aviones. El incidente provocó demoras y cancelaciones en miles de trayectos, impactando a pasajeros en todo el país. Esta situación tuvo repercusión directa en la red de aeropuertos principales de la compañía y puso en evidencia la dependencia operativa de los sistemas informáticos en la aviación comercial, según informes confirmados por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) y el propio comunicado de la empresa.
De acuerdo con información de la FAA, la falla obligó a emitir órdenes de detención (“ground stop”) en aeropuertos estratégicos como Chicago O’Hare, Newark, Denver, Houston, San Francisco y Washington D.C., interrumpiendo durante varias horas la programación habitual de los vuelos nacionales de la firma con sede en Chicago. Las operaciones se normalizaron avanzada la noche, aunque con advertencias de posibles retrasos residuales, según actualizaciones oficiales de la FAA y declaraciones institucionales de la empresa aérea.
Según datos de la plataforma de monitoreo FlightAware y reportes de medios como Reuters, la problemática se originó por un fallo específico en el sistema informático Unimatic, responsable de gestionar información crítica sobre peso, balance y otros detalles operacionales de las aeronaves. Este tipo de incidentes no suele ser frecuente en el sector, pero mostró el alto nivel de automatización e integración digital que requieren las grandes compañías para mantener la seguridad y continuidad de sus servicios.
¿Qué produjo la interrupción de vuelos en la compañía?
Según declaraciones oficiales compartidas con medios como Reuters y NBC News, el origen puntual del incidente se detectó en un sistema interno encargado de almacenar y comunicar información operativa vital, como los cálculos de peso y balance de los aviones, tiempos de vuelo y detalles de cada trayecto. La compañía identificó el problema poco después de las 18:00 hora del Este, tras lo cual solicitó a la FAA la detención de vuelos en salida en varios aeropuertos.
La FAA, en su portal de alertas y avisos, afirmó que la situación derivaba únicamente de una falla en el sistema de la empresa aérea, aclarando que no existió relación alguna con posibles ciberataques ni con otras áreas del sistema nacional de tráfico aéreo. Los vuelos afectados correspondieron principalmente a las rutas bajo la marca principal del grupo, aunque los servicios regionales de United Express y los aviones ya en el aire no resultaron impactados.
¿Cuántos vuelos se vieron afectados y cuál fue el alcance de las demoras?
Datos de FlightAware indicaron que más de 1.000 vuelos operados por el grupo registraron demoras durante la noche del miércoles 6 de agosto, equivalentes al 35% del programa previsto para esa jornada. Además, más de 40 vuelos fueron cancelados como resultado directo de la interrupción del sistema informático. Según la actualización de la FAA, el promedio de espera en las salidas desde el aeropuerto de Chicago O’Hare se situó en 120 minutos, con repercusiones similares en otras ciudades clave.
El alcance de la medida abarcó las siguientes terminales principales:
Chicago O’Hare International Airport (ORD)
Newark Liberty International Airport (EWR)
Denver International Airport (DEN)
George Bush Intercontinental Airport en Houston (IAH)
San Francisco International Airport (SFO)
Aeropuertos secundarios atendidos por la red principal de la compañía
Las operaciones se reanudaron cerca de las 22:00 hora del Este, pero la compañía informó que los retrasos continuarían mientras se reprogramaban los vuelos y se resolvía el cúmulo generado en los horarios de salida y llegada.
¿Qué dijeron las autoridades y la empresa?
En uno de los comunicados, señaló: “El problema tecnológico subyacente ha sido resuelto y, aunque esperamos demoras residuales, nuestro equipo trabaja para restablecer la operación normal”. Además, se indicó que se estaba colaborando con clientes para facilitar la llegada a sus destinos y que cubrirían gastos de comidas y alojamiento en los casos requeridos.
Por su parte, la FAA informó: “United Airlines experimentó un problema tecnológico que interrumpió sus operaciones; se emitieron avisos y la reanudación de vuelos fue controlada para garantizar la seguridad operacional”, según el comunicado oficial en su portal de incidentes. El secretario de Transporte, Sean Duffy, afirmó en la red social X: “El problema fue específico de las operaciones del operador y no está relacionado con el sistema de control de tráfico aéreo del país”.
La compañía confirmó en su reporte que la interrupción no estuvo vinculada a ciberataques, recalcando que la causa puntual fue un error interno en el sistema que gestiona parámetros operativos. Según el informe difundido por NBC Chicago, la firma priorizó la seguridad y aseguró la implementación de todas las acciones necesarias para atender a los pasajeros afectados.