Mientras el calor avanza y los productos del mar se vuelven protagonistas en muchas mesas, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) no baja la guardia, la vigilancia en establecimientos que venden alimentos, especialmente pescados y mariscos, se mantiene firme en todo el estado.
El objetivo es claro: evitar riesgos para la salud de la población y asegurar que los productos lleguen en buen estado a los consumidores.
“Estamos promoviendo entre la ciudadanía la conservación adecuada de los alimentos, y en los establecimientos, vigilamos que se cumplan las condiciones necesarias que marca la normatividad”, explicó Mario Rebolledo Urcadiz, titular de la dependencia.
Los mariscos, aunque sabrosos, son especialmente sensibles al mal manejo y requieren refrigeración constante para evitar que se descompongan. Por eso, tanto comerciantes como consumidores deben poner atención especial en cómo se almacenan y transportan estos productos.
Gracias a estas medidas preventivas, hasta ahora no se han registrado brotes de intoxicaciones ni enfermedades gastrointestinales. Y aunque durante la Semana Santa hubo aseguramientos en algunas zonas costeras, actualmente no se han detectado irregularidades mayores.
“Estamos trabajando de forma permanente para que los negocios cumplan y puedan ofrecer un buen servicio; al final, esto también es en beneficio de ellos”, subrayó Rebolledo.
COEPRIS también hace un llamado a la población para que denuncie cualquier irregularidad y consuma productos en lugares que respeten las normas de higiene y conservación. La salud, al final, comienza en el plato.