Alerta silenciosa: el gusano barrenador reaparece y afecta ya a humanos en el sur de México

Ciudad de México – La selva del sureste mexicano no solo guarda secretos ancestrales y biodiversidad desbordante. También, entre su calor y humedad, parece haber despertado a un enemigo silencioso: el gusano barrenador del ganado, que ahora ha dado el salto a los humanos.

La Secretaría de Salud federal confirmó este lunes 26 de mayo que México registra ya seis casos de miasis humana provocada por la larva de Cochliomyia hominivorax, un parásito que, en su fase larvaria, se alimenta del tejido vivo de mamíferos. Lo inquietante es que esta vez, las víctimas no son vacas ni caballos, sino personas.

Cinco de los casos se registraron en Chiapas —específicamente en Mapastepec, Huixtla, Tapachula y Escuintla—, y uno más en Candelaria, Campeche. De las seis personas afectadas, cuatro ya fueron dadas de alta, una más recibe tratamiento ambulatorio, y otra continúa hospitalizada.

La enfermedad, conocida como miasis, se considera rara en humanos y suele asociarse con condiciones de pobreza, falta de acceso a servicios médicos o exposición constante al ganado. Sin embargo, el brote ha encendido las alertas no solo en el sector salud, sino también en el agropecuario.

El resurgimiento de esta plaga también tiene consecuencias económicas. El pasado 11 de mayo, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos suspendió la importación de ganado vivo —bovinos, equinos y bisontes— procedente de México, por temor a la propagación del gusano.

Según el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), esta medida podría representar pérdidas diarias de hasta 11.4 millones de dólares para el país, afectando especialmente a pequeños y medianos productores del norte y centro de México.

Aunque erradicado en buena parte del continente, el gusano barrenador ha reaparecido como un problema de salud pública. Su ciclo de vida empieza cuando la mosca adulta deposita huevos en heridas abiertas o mucosas. Al eclosionar, las larvas penetran los tejidos y pueden causar daño severo, desde infecciones hasta la pérdida de funciones orgánicas o incluso la muerte.

La Secretaría de Salud reiteró la importancia de acudir de inmediato al médico en caso de heridas que no sanen o presenten secreción, dolor o movimiento larvario. El diagnóstico oportuno es clave para evitar complicaciones.

México enfrenta así un doble reto: controlar el brote para proteger la salud humana, y evitar que la plaga golpee aún más a su ya vulnerable economía rural.