Reynosa, Tamps.— Tras años marcados por la violencia armada, bloqueos carreteros y un ambiente de constante tensión en la frontera norte de Tamaulipas, hoy el panorama comienza a cambiar, así lo asegura el diputado local Marco Gallegos Galván, presidente de la Comisión de Seguridad Pública en el Congreso estatal, quien señala una disminución “muy considerable” en hechos violentos en municipios como Reynosa, Río Bravo y San Fernando.
El legislador morenista atribuye esta mejora a la estrategia de seguridad implementada por el gobierno estatal en coordinación con fuerzas federales. “Hoy los hechos violentos se presentan de forma más aislada. Esto es reflejo de la coordinación entre la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional”, dijo Gallegos.
Según el diputado, la prioridad en la actual administración ha sido establecer presencia constante en las zonas más conflictivas, con operativos conjuntos que han reducido significativamente los tiroteos y persecuciones en áreas urbanas y rurales.
A pesar del discurso alentador, persiste la pregunta entre los ciudadanos: ¿estos resultados marcan un cambio estructural o solo una pausa momentánea en la disputa entre grupos criminales?
Gallegos Galván reconoce que aún hay camino por recorrer. “Además del combate directo al crimen, debemos fortalecer los vínculos con la ciudadanía. Abrazos para la gente de bien y mano firme contra la delincuencia”, afirmó.
En un estado con largo historial de violencia ligada al crimen organizado, los resultados positivos generan esperanza, pero también escepticismo. Analistas y activistas coinciden en que la verdadera prueba será sostener esta aparente tranquilidad en el tiempo y convertirla en una paz duradera.
Por ahora, el llamado del Congreso local es claro: no bajar la guardia. Tamaulipas necesita más que presencia militar; necesita reconstruir la confianza ciudadana.
