Arriesgaron sus vidas para sacarlas del caudal; una de ellas ya estaba bajo el agua, pero un cubano -de milagro- la alcanzó a rescatar al sujetarla de los cabellos
Una familia de cubanos que se dedica a la pesca y dos centroamericanos se lanzaron al río Bravo para rescatar a tres menores que se las llevó la corriente y aunque su vida también estuvo en riesgo, se unieron para evitar una tragedia de proporciones mayúsculas.
Nerviosos, algunos con rasguños y golpes por el forcejeo, narran el esfuerzo que hicieron para salvar a las niñas y solo esperan que Breni Noresi, quien quedó inconsciente y hospitalizada, se salve.
Daniel Ramos, salvadoreño, cuenta que se estaba bañando en el río cuando observó que las menores fueron arrastradas por la corriente. No dudó un instante de bracear hacia el lugar, algunos 30 metros, según su versión, para tratar de rescatarlas.
Desconcertados porque no sabían qué pasaba, los que estaban en el sitio solo miraban, pero al ver que había un peligro de muerte, se comenzaron a lanzar para ayudar a Daniel.
El cansancio iba en aumento, las migrantes desesperadas por salir sumergían a quienes las intentaban sujetar, pero al final se pudo extraerlas del agua y ponerlas a salvo.
¡Fue un milagro!
Randel Rodríguez, cubano, cuenta que al meterse al agua para llegar y a la mitad del río y apoyar, tocó con su brazo derecho el cabello de Breni Noresi, la más afectada, y la sujetó con fuerza para sacarla inconsciente.
Asegura que fue un milagro, él se dirigía a rescatar a otra menor y no a Breni, pero por fortuna la pudo sacar del agua y ahora solo espera que se recupere porque el rescate ha sido tan doloroso que le ha sacado las lágrimas.
Decenas de migrantes usan el río para bañarse y lavar la ropa, ante la falta de un albergue que cuente con las condiciones adecuadas, ya que actualmente viven a la intemperie en la zona del Puente Nuevo.