La frontera de Tamaulipas se ve afectada por una mezcla de migrantes que llegan de dos direcciones: los repatriados desde Estados Unidos, y los que viajan desde el interior del país o Centroamérica.
Ángel Romeo Garza Robles, diputado local y presidente de la Comisión de Asuntos Fronterizos del Congreso del Estado, sostuvo que Tamaulipas tiene que cargar con el gasto de la atención a los migrantes, aunque la Federación evada el pago de apoyos.
El legislador señaló que persiste la preocupación de que este año la Federación imponga un recorte a los programas de atención a migrantes.
«Si se dan los recortes se impactará a Tamaulipas de una manera muy fuerte, es algo que se está revisando, pero vamos a ver qué las cosas salgan mejor para todos», expuso.
El diputado dijo que con la reciente llegada de ciudadanía hondureños a Nuevo Laredo, los albergues se mantienen llenos, y la administración estatal ha estado dando ayuda.
Garza Flores indicó que otro gasto en el que colabora Tamaulipas, es en los boletos de autobús para que los paisanos deportados regresen al interior del país.
Apuntó que al menos cada mes, se calcula que Estados Unidos deporta a unos 3 mil mexicanos por la frontera tamaulipeca.