Apaseo el Alto, Gto.— Once elementos de la Guardia Nacional, cuya misión es velar por la paz y combatir delitos como el huachicoleo, fueron sorprendidos mientras presuntamente participaban en el mismo crimen que deberían impedir: el robo de combustible.
Tres patrullas oficiales de la Guardia Nacional, plenamente identificadas, resguardaban un tractocamión conectado a una toma clandestina de hidrocarburo, en el macrolibramiento de Celaya a Palmillas, a la altura de la comunidad El Espejo. La operación ilegal, sin embargo, fue interrumpida por la Policía Municipal de Apaseo el Alto la madrugada del sábado 24.
Al llegar al sitio, los oficiales municipales se encontraron con un convoy compuesto por las patrullas 24433, 26958 y 29215 —una Charger y dos camionetas Silverado—, así como una camioneta Nissan y el tractocamión, que ya cargaba combustible extraído de la toma ilegal.
Al ser interrogados, uno de los agentes de la Guardia Nacional respondió que “proporcionaban seguridad” al tractocamión, acto seguido, intentaron huir, dos vehículos de la Guardia Nacional emprendieron la fuga, pero fueron localizados y sus tripulantes detenidos.
Entre los arrestados hay oficiales de alto rango: los tenientes Daniel “N” y Erick “N”, y el subteniente Josué “N”, así como ocho elementos de escala básica. Algunos estaban uniformados; otros, de civil.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) confirmó la detención e identificó a los involucrados como miembros activos adscritos a diferentes batallones de la Guardia Nacional en Oaxaca, Estado de México, Hidalgo, Michoacán y Tlaxcala, a todos les fueron aseguradas sus armas de cargo —nueve en total—, así como los vehículos y el combustible extraído.
Los detenidos y el material asegurado fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal en Celaya, hasta el momento, la cantidad de combustible sustraído no ha sido precisada.
Este hecho, que deja al descubierto una grave infiltración del crimen organizado en instituciones clave del Estado, pone en tela de juicio la confiabilidad de los cuerpos de seguridad federal y evidencia la urgencia de una depuración real en las filas de la Guardia Nacional.