Tres gobernadores, una sola frontera: la alianza norteña contra el crimen

Ciudad Victoria, Tamaulipas.– En el norte del país, tres mandatarios estatales han decidido dar un paso conjunto ante una amenaza común: el crimen organizado. Américo Villarreal (Tamaulipas), Samuel García (Nuevo León) y Manolo Jiménez (Coahuila) han acordado una estrategia regional sin precedentes, donde la seguridad trasciende los límites geográficos y políticos.

La premisa es clara: el crimen ya no opera en un solo estado, y combatirlo de manera aislada es inútil. Por eso, los tres gobernadores acordaron compartir inteligencia, coordinar operativos y fortalecer el vínculo con las fuerzas federales.

“Estamos actuando donde están los grupos delictivos, no donde termina una carretera o una línea en el mapa”, explicó Américo Villarreal. Las zonas limítrofes entre los estados serán prioridad: ahí es donde las bandas criminales buscan espacio, impunidad y rutas nuevas.

Uno de los puntos críticos en Tamaulipas ha sido la ausencia de policías municipales, un vacío de años que hoy comienza a cerrarse. Ciudades clave como Reynosa, Matamoros y Tampico ya cuentan con unidades en formación, bajo supervisión de la Guardia Estatal pero con mando local.

La apuesta es por corporaciones confiables: “Todos los elementos pasan por control de confianza, no hay excepciones”, enfatizó el gobernador. Con el 98% de los policías estatales certificados, Tamaulipas encabeza este rubro a nivel nacional.

Aunque los indicadores de violencia no muestran picos alarmantes, los mandatarios no bajan la guardia. Alertaron sobre posibles mutaciones del crimen organizado, que estaría recurriendo a extorsiones y secuestros exprés ante la pérdida de ingresos por otras vías: menos migrantes irregulares, más vigilancia en la frontera y caída en el tráfico de personas.

Además del frente de seguridad, los gobernadores planean proyectos que integren a la región: infraestructura compartida, crecimiento industrial y movilidad ferroviaria, como el tren que conectará Saltillo con Monterrey y Nuevo Laredo. También abordaron la crisis migratoria desde un enfoque humanitario.

“Tenemos desafíos similares y poblaciones entrelazadas. Solo unidos podemos responder con eficacia”, concluyó Villarreal.