Un informe de la Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada Transnacional ubica a México en los primeros lugares en los indicadores de criminalidad.
El estudio evalúa el nivel de la delincuencia y la capacidad de respuesta de los países.
De acuerdo con la tercera edición del “Índice mundial de delincuencia organizada”, México se posiciona en el primer lugar en “mercados criminales” con una puntuación de 8.27, en una escala de cero a 10.
En este apartado se encuentran delitos como el tráfico de personas, extorsión, tráfico de armas y comercio de productos falsificados, entre otros.
El informe también ubica a México en la tercera posición en índice mundial de criminalidad, con un puntaje de 7.8, por debajo de Myanmar y Colombia.
El reporte señala sobre México que el panorama criminal del país “está dominado por poderosos grupos” como los cárteles de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación (CJNG), dedicados a distintos delitos como el tráfico de drogas, extorsión, trata de personas y la venta ilegal de combustibles.
“Los cárteles emplean una vasta fuerza laboral —comparable a la de las corporaciones más grandes de México—, lo que evidencia su profunda presencia en la sociedad. Además, el control que ejercen sobre ciertas prisiones subraya su amplio alcance dentro del aparato estatal”, señala.
En la sección de liderazgo y gobernanza, se explica que persisten los desafíos en materia de seguridad, aunque el gobierno ha adoptado una“postura pública firme contra el crimen organizado”.
“La creciente militarización de la seguridad pública, particularmente durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, ha llevado a las fuerzas armadas a asumir un papel dominante en la aplicación de la ley, lo que genera preocupación por las violaciones a los derechos humanos y la gobernanza democrática”.
También expone que el gobierno ha tomado acciones para combatir la corrupción; sin embargo, “sigue lidiando con la impunidad generalizada y la falta de transparencia”.
El informe señala que la elección de jueces, derivada de la reforma al Poder Judicial, ha provocado preocupación por la posible influencia de los cárteles en este proceso.





