¿Quién era Miguel “N”, presunto feminicida serial?
Miguel “N” fue detenido el pasado 17 de abril del 2024 en la colonia La Cruz de la alcaldía de Iztacalco luego de que sus vecinos dieran aviso a la policía de los gritos de una joven a la que mató y abusó sexualmente, y de la madre, a quien apuñaló en repetidas ocasiones por intentar defender a su hija, sin lograr arrebatarle la vida.
Miguel “N” era químico laboratorista de profesión. Cuando las autoridades indagaron en su departamento, hallaron restos humanos y pertenencias como identificaciones de mujeres con reporte de desaparición.
Posterior a su detención, el entonces encargado de despacho de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ), Ulises Lara, indicó; «Los indicios localizados en el sitio por personal ministerial, agentes de la Policía de Investigación, y peritos adscritos a la fiscalía de feminicidio, nos señalan claramente la existencia de un posible feminicida serial, quien estaría relacionado con la desaparición de varias mujeres».
Dando como resultado una serie de 7 casos de desapariciones y muertes que lo vincularon como el principal responsable. Además, tenía una acusación de feminicidio en grado tentativa.
Antes de su captura, Miguel «N» pasó 12 años cometiendo crímenes y viviendo con impunidad, aún y cuando en 2021 informes oficiales lo señalaron como posible responsable de violencia feminicida, es decir, dos años y meses previos a su captura.
El 21 de enero de 2025, se realizó una audiencia en la que solicitaron la pena máxima por los delitos y los resultados de las investigaciones en torno los restos humanos hallados en su domicilio en Iztacalco.
A pesar de su detención, el pasado 24 de febrero, familiares de 3 víctimas, denunciaron errores y lentitud por parte de la Fiscalía capitalina en la elaboración de los peritajes forenses que acusaran directamente por las muertes de mujeres y el juez otorgara la sentencia condenatoria.
El domingo 13 de abril, tenía una audiencia de vinculación donde le imputarían un crimen más, pero no llegó por estar en el hospital.
Identificado por sus amigos y compañeros de trabajo como una persona «tranquila y confiable», Miguel utilizó esa actitud para engañar a sus víctimas, a quienes llevaba a su departamento y ahí las asesinaba.
Como resultado del cateo realizado en el departamento en el que vivía, en abril de 2024, en la colonia La Cruz en Iztacalco, uno de los elementos encontrados era un diario en donde escribió que en el mismo inmueble ocultaba y diseccionaba algunos cadáveres.