Tribunal supremo de EEUU rechaza revertir fallo que legalizó el matrimonio igualitario

El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó este lunes admitir un caso que podría haber revertido el histórico fallo que legalizó el matrimonio entre parejas del mismo sexo en todo el país en 2015.

El alto tribunal se refirió a la apelación de Kim Davis, exfuncionaria del registro civil de Kentucky, quien se negó a emitir licencias de matrimonio a personas del mismo sexo, citando sus creencias religiosas, cuando este se convirtió en un derecho constitucional.

El pasado viernes, el Supremo se reunió a puerta cerrada para debatir si abrir este caso o no. Este lunes anunció que se denegaba la petición en una orden sin firmar y sin dar ninguna explicación sobre la decisión, como suele ocurrir.

De haber admitido el caso, esto hubiera supuesto un nuevo revés, o al menos una nueva amenaza, para los derechos de las personas LGTBIQ+ en Estados Unidos, que desde que el presidente Donald Trump regresó al poder se han visto reducidos.

El 26 de junio de 2015, durante el mandato del expresidente Barack Obama, el Supremo emitió un fallo histórico, conocido como «Obergefell contra Hodges», que legalizó el matrimonio igualitario en todo el país, alegando que la Enmienda 14 de la Constitución estipula que todos los ciudadanos deben recibir igualdad de protección ante la ley.

Ese fallo obligó a los trece estados que en ese momento todavía prohibían el matrimonio entre personas del mismo sexo, entre ellos Kentucky, a permitir ese tipo de uniones.

Tras un largo recorrido judicial en contra de esa medida, la apelación de Davis intentó llevarla al Supremo argumentando que la Primera Enmienda, que consagra la libertad religiosa y de expresión, la exime de reconocer el matrimonio igualitario.

Al menos nueve estados gobernados por republicanos han impulsado iniciativas para revertir el fallo del Supremo sobre el matrimonio igualitario a nivel federal, en un intento de que ese asunto vuelva a estar en manos de los estados.

A finales de octubre, una orden del Supremo en Texas dictaminó que los jueces que «se abstengan públicamente de celebrar un matrimonio» debido a una «creencia religiosa sincera» no están violando las leyes del estado.

Una ley federal aprobada en 2022, durante el mandato del antecesor de Trump, Joe Biden, garantiza el reconocimiento de todos los matrimonios, incluidos los de personas del mismo sexo, los interraciales, y prohíbe que cualquier estado los desconozca.