La batalla legal de Trump por los aranceles

El presidente estadounidense Donald Trump ve los aranceles, o la amenaza de ellos, como una herramienta poderosa para doblegar a las naciones a su voluntad.

Los ha utilizado de una manera sin precedentes, no sólo como la base de su agenda económica, sino también como la piedra angular de su política exterior en su segundo mandato.

Ha empleado los impuestos a la importación como una amenaza para asegurar ceses al fuego de países en guerra. Los ha usado para presionar a las naciones a prometer hacer más para detener el flujo de personas y drogas a través de sus fronteras. Los ha utilizado, en el caso de Brasil, como presión política porque su sistema judicial procesó a un exlíder que era aliado de Trump, y en un reciente conflicto con Canadá, como castigo por un anuncio televisivo.

Esta semana, la Corte Suprema escuchará argumentos sobre si el presidente republicano ha excedido la ley federal con muchos de sus aranceles. Un fallo en su contra podría limitar o incluso quitar esa palanca rápida y contundente de la que ha dependido gran parte de su política exterior.

Trump ha expresado cada vez más agitación y ansiedad sobre la inminente decisión en un caso que él dice es uno de los más importantes en la historia de Estados Unidos.

Ha dicho que será un «desastre» para Estados Unidos si los jueces no revocan los fallos de tribunales inferiores que determinaron que fue demasiado lejos al usar una ley de poderes de emergencia para implementar sus aranceles. Trump ha sugerido que podría tomar el paso altamente inusual de asistir a los argumentos en persona.

El Departamento de Justicia, en su defensa de los aranceles, ha destacado la manera expansiva en que Trump los ha utilizado, argumentando que las sanciones comerciales son parte de su poder sobre los asuntos exteriores, un área en la que los tribunales no deberían cuestionar al presidente.

A principios de este año, dos tribunales inferiores y la mayoría de los jueces de la Corte de Apelaciones del Circuito Federal de Estados Unidos fallaron que Trump no tenía poder bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, o IEEPA, para establecer aranceles, un poder que la Constitución otorga al Congreso. Sin embargo, algunos jueces disidentes en el tribunal dijeron que la ley de 1977 permite al presidente regular las importaciones durante emergencias sin limitaciones específicas.

Los tribunales dejaron los aranceles en su lugar mientras la Corte Suprema considera el asunto. Por su parte, Trump ha continuado usándolos mientras ha intentado presionar o castigar a otros países en asuntos relacionados, y no relacionados, con el comercio.

«La realidad es que el presidente Trump ha actuado legalmente al usar los poderes arancelarios que le otorgó el Congreso en la IEEPA para lidiar con emergencias nacionales y salvaguardar nuestra seguridad nacional y economía», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, en un comunicado. «Esperamos una victoria definitiva en este asunto con la Corte Suprema».