Washington, D.C— La tensión entre el expresidente Donald Trump y el empresario Elon Musk alcanzó un nuevo nivel este viernes, luego de que el exmandatario declarara que el dueño de Tesla y SpaceX “ha perdido la cabeza” y que no tiene interés en hablar con él “por ahora”.
En una entrevista telefónica con ABC News, Trump desmintió rumores sobre un acercamiento con Musk y aseguró que fue el empresario quien intentó contactarlo. “¿Te refieres al hombre que ha perdido la cabeza?”, dijo el republicano. “No me interesa especialmente hablar con él en este momento”, añadió.
La declaración surge tras una versión publicada por el portal Politico, que sugería un intento de comunicación entre ambos. Trump fue tajante al asegurar que no contempla entablar diálogo con Musk “durante un tiempo” y minimizó el episodio, enfocándose en temas como la economía, la inversión extranjera y su próxima visita a China.
En ese mismo contexto, el expresidente incluso insinuó la posibilidad de cancelar contratos y subsidiosgubernamentales que benefician a las empresas de Musk. Aunque no ofreció detalles, sus palabras marcaron un giro en una relación que en el pasado había estado marcada por guiños y gestos de mutuo respaldo.
Fuentes cercanas a Trump citadas por ABC News describieron al exmandatario como “más apesadumbrado que enojado” tras la ruptura con el magnate tecnológico. Un asesor que lo acompañó el jueves afirmó que lo notó “decaído”, un estado que, aseguran, se reflejó en el tono de la llamada con los medios.
La controversia también generó reacciones en el entorno político. El vicepresidente JD Vance expresó públicamente su respaldo a Trump, aunque evitó referirse directamente a Musk. “El presidente Trump ha hecho más que nadie en mi vida para ganarse la confianza del movimiento que lidera. Me enorgullece estar a su lado”, publicó en la red social X.
Desde la Casa Blanca, la secretaria de prensa Karoline Leavitt calificó el conflicto como “un episodio desafortunado de Elon” y reiteró que el presidente actual está concentrado en la aprobación de una “legislación histórica”.
A pesar de la tensión, Musk pareció moderar su postura pocas horas después. Luego de amenazar con retirar del servicio la nave espacial Dragon, rectificó su decisión tras el consejo de un usuario en redes sociales. “Buen consejo. Ok, no retiraremos Dragon”, escribió Musk.
El distanciamiento entre ambos ocurre en un contexto político complejo, donde las tensiones entre poder político y poder empresarial cobran cada vez más protagonismo. Según ABC News, Trump incluso estaría considerando deshacerse de un automóvil Tesla que había adquirido como muestra de apoyo a Musk. El vehículo fue visto estacionado en West Executive Avenue el jueves, mientras Tesla enfrentaba presiones tras su incursión en Washington.