Con motivo del cónclave para elegir por medio de votación al nuevo Pontífice, cardenales han comenzado a llegar de todas partes del mundo a Roma, donde se realiza uno de los rituales más solemnes de la Iglesia católica.
Los cardenales que participarán en el cónclave se alojarán en la residencia de Casa Santa Marta, donde vivió el Papa Francisco, un hotel moderno, de cinco plantas, preparado para dar comodidad a los purpurados pero también el total aislamiento.
Como establece la normativa vaticana, durante el cónclave el aislamiento de los electores será total y por tanto serán retirados todos los dispositivos electrónicos y los móviles, también desaparecerán de Santa Marta las televisiones, teléfonos, radios y cualquier otro medio que pueda violar el proceso.
