Miguel Bosé regresa a Starlite: un show emotivo y nostálgico en Marbella

Ocho años después de su última presentación en el escenario de Starlite, Miguel Bosé reapareció en el festival de Marbella y provocó el entusiasmo de miles de fans. Entre ellos, los que vivieron el show con suma emoción, se encontraban Valeria Mazza y su esposo, Alejandro Gravier. Luego de la presentación del español, la modelo y empresario saludaron al cantante y no pudieron contener su alegría al reencontrarse con la figura.

Envuelto en su clásica elegancia y manteniendo ese aire enigmático que lo caracteriza, el artista madrileño reapareció en el anfiteatro portando un atuendo blanco, preparado para conducir a los asistentes por un recorrido musical cargado de nostalgia y grandes éxitos de su carrera. Su historia con Starlite no es nueva: Bosé formó parte de la edición inaugural del festival boutique en 2012 y repitió experiencia en 2017.

Contagiados por esa misma emoción, Mazza y Gravier se reunieron con Bosé en el detrás de escena del festival. En el video, compartido por la cuenta oficial del evento, se podía ver al cantante extendiendo ampliamente sus brazos al ver cómo la modelo se acercaba hacia él. Segundos después, la figura de la moda argentina saludó al artista con un beso y lo rodeó con uno de sus brazos. En ese breve instante, el español le preguntó a la influencer cómo se encontraba, a lo que ella respondió de forma positiva.

Después de este emocionante momento, la modelo compartió el video en sus redes sociales. Con una simple palabra, Mazza describió cómo fue el encuentro y la sensación de reencontrarse con Bosé. “Genio”, escribió la famosa, junto a un emoji de un corazón rojo, para referirse al momento.

Luego, quien apareció en escena fue el empresario, quien se unió al encuentro. Al hacer contacto con Gravier, Bosé extendió su mano derecha, manifestando su alegría. Acto seguido, sin poder ocultar su felicidad, Alejandro lo abrazó con los brazos extendidos. Después de un fuerte abrazos, y palmadas en la espalda, los tres dialogaron y se pusieron al día respecto a sus últimas actividades.

La velada comenzó con la interpretación de ‘Mirarte’, estableciendo el tono para un espectáculo que repasó las etapas más importantes de su discografía. El repertorio incluyó temas emblemáticos como ‘Nena’, ‘Bambú’, ‘Nada particular’ y ‘Te amaré’, permitiendo que el público viajara a través de los distintos sonidos y emociones que han acompañado la carrera del artista. Cada canción, cuidadosamente seleccionada, reflejó los múltiples estilos por los que Bosé ha transitado, demostrando tanto su versatilidad musical como la conexión que mantiene con varias generaciones.

En el aspecto visual, la escenografía se caracterizó por un enfoque minimalista y simbólico. Tanto el propio Bosé como los miembros de su banda aparecieron vestidos completamente de blanco, generando una atmósfera uniforme y elegante. A lo largo del concierto, el cantante realizó cambios de vestuario, incorporando colores como el rojo y el amarillo. Estas transiciones no solo aportaron dinamismo al show, sino que formaron parte de una narrativa visual que acompañó a los diferentes bloques emocionales del espectáculo.

Momentos destacados de la noche incluyeron coreografías conjuntas entre músicos y coristas, que añadieron una dimensión escénica adicional a la presentación. El concierto mostró un equilibrio entre la propuesta musical y la estética visual, generando una experiencia integral para los asistentes. El desenlace del evento resultó especialmente emotivo: después de interpretar ‘Por ti’, Bosé regresó para los bises, que incluyeron una versión muy sentida de ‘Te amaré’, además de ‘Don Diablo’. El cierre tuvo como respuesta una ovación de pie, testimonio del impacto que el artista mantiene sobre su audiencia.