En el set de “Gladiator II”, Pedro Pascal vivió una de las pruebas físicas más demandantes de toda su carrera actoral al tener que enfrentarse a Paul Mescal, quien interpreta al antagonista principal.
Según relató el propio Pascal en una entrevista para Vanity Fair, el duelo entre ambos trascendió lo meramente interpretativo: fue un enfrentamiento físico de alto nivel que dejó una profunda huella en el actor chileno.
“Es brutal, tío. Yo le llamo el Muro Paul”, confesó. Para Pascal, Mescal se convirtió rápidamente en un rival formidable, no solo por la intensidad de la coreografía de combate propia de una superproducción de acción, sino por la condición atlética y la juventud del actor irlandés. El encuentro en el rodaje no solo fue parte del espectáculo, sino que resultó ser un auténtico reto personal.
El actor reveló que el magnetismo y el esfuerzo de Mescal sobrepasaron todas las expectativas. “Preferiría que me tirasen de un edificio a volver a tener que pelear contra él. Enfrentarme a alguien tan en forma, con tanto talento y mucho más joven… Aparte del hecho de que Ridley [Scott] es un genio total, Paul fue un motivo de peso para que yo sometiese a mi pobre cuerpo a esa experiencia”, añadió.
El enfrentamiento entre Pedro Pascal y Paul Mescal no solo implicó preparación técnica y precisión en escenas de acción, sino que subrayó la brecha generacional y física existente entre ambos actores.
Mescal, una de las figuras emergentes más destacadas de la industria, exhibió un vigor y una adaptación física que contrastaron con la experiencia y el recorrido vital de Pascal, quien a sus 49 años reconoció la dificultad que supone competir en resistencia y agilidad con alguien de 20 años menos.
Pascal admitió abiertamente que la diferencia de edad salió a relucir en los entrenamientos y en las propias peleas de la película. El actor chileno explicó que, aunque nadie del equipo de producción le exigió un aumento concreto de masa muscular, prefirió entrenarse rigurosamente para minimizar el riesgo de lesiones.
Esta autoexigencia, sin embargo, representó un reto, pues el cuerpo demanda mayor esfuerzo y cuidado a medida que avanza la edad. Mientras que para Mescal la preparación resultó “divertida”, Pascal ironizó: “Apuesto a que fue divertido para él. Quizás también lo habría sido para mí, si hubiera sido 20 años más joven”.