Si hay algo que este Atlas ha demostrado en el Clausura 2025 es que nunca baja los brazos. Puede jugar bien o mal, cometer errores defensivos infantiles o sufrir en los momentos clave, pero la mística rojinegra comienza a resurgir: pelear hasta el último minuto.
Los resultados han sido irregulares, la cosecha de puntos sigue siendo mediocre, y la lucha en la parte baja de la tabla general y de cocientes no cesa. Sin embargo, en cada partido el equipo de Gonzalo Pineda ha demostrado que la entrega no está en duda, y que la afición, más allá de las críticas, se ha reencontrado con un equipo que emociona.
El dramatismo ha sido una constante. Atlas rescató un empate agónico ante Monterrey en la Jornada 4 con un gol al 89’. Contra Puebla, logró la remontada en el último suspiro. Frente a San Luis, se repuso tras un arranque adverso y terminó imponiéndose. Pero el colmo de la locura llegó ante Xolos de Tijuana, donde, tras ir perdiendo 3-0 al minuto 60, los Zorros protagonizaron una remontada histórica para ganar 4-3 con un triplete de Uros Durdevic, quien ya suma ocho goles en el torneo.
El técnico Gonzalo Pineda lo tiene claro: «Se empieza a generar esa mística de este equipo, de luchar hasta el final. Tendrá que ser el sello: que los noventa y tantos minutos el equipo deje todo en la cancha».
Atlas sigue en problemas, pero su espíritu guerrero lo mantiene con vida. En este torneo, si algo ha quedado claro, es que a los Zorros no se les puede dar por muertos.