Ataques en Franja de Gaza suman a 41 mil muertos

El número de muertos en la Franja de Gaza tras 11 meses de ofensiva israelí alcanzó ayer 40 mil 972 decesos, la mayoría mujeres y niños, tras una jornada de ataques en el Norte y el Centro de un enclave devastado. Además especialistas consideran que al menos unos diez mil muertos siguen bajo los escombros en los que se ha convertido la zona por lo que la cifra superaría los 41 mil decesos.

Los cuerpos siguen enterrados bajo los escombros porque los equipos de rescate no tienen maquinaria para acceder a ellos.

“La ocupación israelí cometió tres masacres contra familias en la Franja de Gaza, 33 muertos y 145 heridos llegaron a los hospitales durante las últimas 24 horas», detalló ayer el Ministerio de Sanidad gazatí en su informe diario. El número de heridos alcanzó 94 mil 761, según los reportes.

Cuatro palestinos murieron como resultado de un ataque aéreo israelí contra una vivienda en el campamento de refugiados de Yabalia, en el Norte de Gaza, según fuentes locales.

Además, la artillería israelí disparó proyectiles contra las zonas del Norte del campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, donde murieron en otro ataque tres niños y dos mujeres, según fuentes palestinas.

La mayor parte de Gaza está en ruinas, donde la salud es un tema de preocupación para grupos de apoyo.

Casi el 70% de los niños gazatíes menores de 10 años ya han recibido la primera dosis de la vacuna contra la polio, anunció el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna partes reducidas de Cisjordania y ayuda a gestionar la campaña de vacunación liderada por la ONU en Gaza.

“Mientras vacunamos a los niños contra la polio, muchas otras enfermedades siguen propagándose en Gaza”, denunció en X la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), que pidió un alto al fuego inmediato. “Los montones de basura se acumulan junto a las tiendas y los refugios. Las aguas residuales siguen inundando las calles. El acceso a los productos de higiene es cada vez más limitado. Las condiciones sanitarias son inhumanas», advirtió.