Al más puro estilo de una película de Hollywood, las elecciones a la presidencia de los Estados Unidos han tomado un giro cargado de adrenalina luego de que se diera a conocer que Kamala Harris y Donald Trump están empatados en la intención de voto.
De acuerdo a una encuesta nacional realizada por The New York Times y el Siena College, Trump tiene una intención de voto del 48% por 47% de Harris en una encuesta cuyo margen de error es del 3 por ciento.
El sondeo muestra que la base “dura” del republicano permanece fiel, mientras que la candidata demócrata lucha por posicionar s nombre y plataforma política entre el electorado.
Lo que también mostró la encuesta es que el debate presidencial de mañana martes podría ser crucial para definir el voto de los indecisos el próximo 5 de noviembre.
Hacen “rounds” de sombra
A unas horas de encararse en los estudios de la cadena ABC en Filadelfia, Donald Trump y Kamala Harris ya se preparan, cada uno con un estilo muy diferente.
Fiel a su estilo, Trump lleva varios días descalificando a Kamala por su inexperiencia y sus escasos logros en su vida política pasada, lo que la convierte supuestamente en una “presa fácil”, y ha bromeado con que lleva varios días “encerrada” y preparando ese debate por temor a su contrincante.
El republicano alardea de que no necesita ningún entrenamiento y que “ya me he preparado toda mi vida para este debate (…) Tienes que conocer el país, vivo con todos esos horribles problemas que (los demócratas) han causado”.
Para variar, Trump sí tendría razón esta vez. Según medios de Estados Unidos, Kamala ha estado encerrada durante cinco días en un hotel en Pittsburgh (Pensilvania, mismo Estado que Filadelfia), ensayando un escenario similar al debate, incluso con un “doble” de Donald Trump que se viste y habla como él.