Donald Trump, quien se perfila para ser el candidato presidencial del Partido Republicano, atacó de nuevo a los migrantes y los acusó de “envenenar la sangre” de Estados Unidos (EU).
Al igual que en la campaña de 2016, que lo llevó a la Casa Blanca, el magnate prometió lanzar la mayor operación de deportación en la historia de la nación si los votantes lo eligen para un segundo mandato.
En Michigan, calificó como “animales” a los migrantes que están en Estados Unidos sin autorización y son sospechosos de cometer delitos, utilizando un lenguaje deshumanizador que, según estudiosos del extremismo, aumenta el riesgo de violencia.
“Con el corrupto Joe Biden cada Estado es ahora un Estado fronterizo. Cada poblado es ahora un poblado fronterizo, porque Joe Biden ha traído la carnicería, el caos y la muerte de todo el mundo y los ha vertido directamente en nuestros patios traseros”, subrayó Trump en Grand Rapids, donde estaba flanqueado por policías ante una hilera de banderas que ondeaban cientos de simpatizantes.
Aunque los delitos violentos han disminuido, Trump y otros republicanos han aprovechado crímenes graves presuntamente cometidos por migrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos para señalar a Biden, en un momento en que los cruces fronterizos han alcanzado cifras récord.
Las encuestas indican que Donald Trump tiene ventaja sobre Joe Biden en estos temas, ya que muchos posibles electores dicen estar preocupados por el impacto de los cruces en la frontera.
Trump insistió en el tema en un mitin en Green Bay, Wisconsin, ayer por la noche, mientras el Estado celebraba sus primarias presidenciales.
El neoyorquino acusó a naciones hostiles de “bombear inmigrantes a través de nuestra frontera abierta” y de “enviar presos, asesinos, traficantes de drogas, enfermos mentales, terroristas”, aunque no hay pruebas de que ningún país esté realizando ese tipo de esfuerzo coordinado.
También afirmó que los migrantes costarían al país billones de dólares en asistencia pública y harían que la Seguridad Social y Medicare “colapsaran”.
“Si quieren ayudar a Joe Biden a tirar a la abuelita por el barranco para financiar las prestaciones del Gobierno a los ilegales, entonces voten por el corrupto Joe Biden”, enfatizó. “Pero cuando yo sea presidente, en lugar de tirar a la abuelita por la borda, mandaré a los ilegales de Joe Biden de vuelta a casa”, advirtió el empresario.
La Casa Blanca respondió que la inmigración es positiva para la economía estadounidense. Argumentó que el reciente incremento de los extranjeros ha ayudado a impulsar el empleo y el crecimiento, y que la Reserva Federal elevó las tasas de interés para reducir la inflación en la nación vecina.
“Sabemos que los inmigrantes fortalecen nuestro país y también fortalecen nuestra economía”, acentuó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, durante una conferencia, señalando que eran migrantes los que estaban realizando “trabajo fundamental” en el puente Francis Scott Key de Baltimore cuando se derrumbó tras ser embestido por un barco. Este hecho dejó seis víctimas mortales.
Trump también se enfocó en el asesinato de Ruby García, una mujer de Michigan que fue hallada muerta al borde de una autopista en Grand Rapids el 22 de marzo.
La Policía informó que mantenía una relación sentimental con el sospechoso, Brandon Ortiz-Vite. El hombre confesó a los agentes que le disparó varias veces durante una discusión antes de dejar su cuerpo a un lado de la carretera y huir en el auto de ella.
Las autoridades refieren que Ortiz-Vite es de origen mexicano y que había sido deportado previamente luego de ser arrestado por manejar ebrio. No tiene abogado, según registros judiciales.
Trump volvió a mencionar el asesinato de Laken Riley, una estudiante de enfermería en Georgia. Un hombre proveniente de Venezuela que, de acuerdo con las autoridades, entró ilegalmente en Estados Unidos ha sido acusado formalmente. Trump se refirió al sospechoso del crimen de Laken Riley como un “animal extranjero ilegal”.
“Los demócratas dicen: ‘Por favor, no los llamen animales. Son humanos’. Yo dije: ‘No, no son humanos, no son”.