Retirar las sanciones y una explicación por la muerte del general iraní Qasem Soleimani deben ser los primeros pasos para un acercamiento entre Irán y Estados Unidos, aseguró Ahmad Alizadeh, productor, documentalista y periodista.
“Irán tiene algunos puntos claros. Si Estados Unidos quiere hablar y resolver sus problemas, como gesto de buena fe, tiene que quitar las sanciones y, por supuesto, dar una explicación sobre su apoyo a Saddam Hussein en la guerra con Irak, y al menos dar una disculpa oficial por su apoyo al orquestar el golpe de Estado del año 53 en contra del gobierno democrático del doctor Mohammad Mosaddegh. Irán busca esto”, dijo a Excélsior el especialista en medios de comunicación.
Hoy Irán conmemora el 45 aniversario de la Revolución del 11 de febrero de 1979, que derrocó la monarquía tradicional del sha Mohammad Reza Pahlaví y estableció la República Islámica de Irán.
Con motivo de esta efeméride, Alizadeh denunció que en ese momento la población se estaba haciendo cada vez más pobre, pese a las ventas de petróleo a sobreprecio.
“Una parte vivía bien y otra parte vivía mal, era esta falta de justicia de la gente. Por otro lado, la cultura iraní, la cultura, persa, no admite sometimiento. En su momento, Estados Unidos prácticamente tenía al pueblo iraní como un rehén. Por eso el pueblo no pudo soportar”, relató el documentalista, quien conoce México, pues trabajó en una producción sobre el tema migratorio.
A la luz de tantos años, ante una huella estadunidense en su historia moderna, al día de hoy Irán enfrenta sanciones de la Casa Blanca.
“Eso es injusto e inhumano”, afirmó Alizadeh.
Otra deuda se firmó en enero de 2020, con la explicación pendiente del asesinato de Soleimani, el alto mando militar iraní considerado un héroe nacional. Son puntos pendientes, sin los cuales no puede haber un deshielo total entre ambas partes, insistió el periodista.
El país de Oriente Medio espera, agregó, un perdón por el apoyo norteamericano al golpe de Estado de 1953, el derrocamiento del primer ministro elegido democráticamente, Mohammad Mosaddegh.
En tanto, aún con la tensión internacional, el país de 87 millones de habitantes encaró en 2022 una crisis interna severa tras la muerte de la joven Mahsa Amini bajo custodia policial.