Tras asesinato de sacerdotes, jesuitas piden justicia, verdad y reparación del daño

Tras el asesinato de los sacerdotes jesuitas en la sierra Tarahumara, Chihuahua, las universidades del Sistema de Universidades Jesuitas pidieron justicia, verdad y reparación del daño. Así lo expresó Mario Patrón Sánchez, rector de la Ibero Puebla durante el panel “Justicia con paz y reconciliación” en el marco de la Reunión Anual de Rectores.

Los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales, de 78 años, y Joaquín Mora, de 80, fueron asesinados el lunes en el interior de la iglesia de la comunidad de Cerocahui cuando le daban refugio a un hombre que era perseguido, el guía turístico Pedro Palma, de 60 años.

Patrón Sánchez destacó que, luego del hecho, las universidades confiadas a la Compañía de Jesús viven una enorme consternación y les preocupa la integridad de los jesuitas, religiosos, laicos, integrantes de todas las comunidades Cerocahui y de la sierra Tarahumara.

Resaltó señaló que pone en evidencia la ineficacia de la política de seguridad del Estado en todos sus niveles, además de la profunda crisis del modelo civilizatorio en la que se arraiga la discordia permanente.

“Nos unimos una vez más a las voces que exigen a las autoridades cumplan su responsabilidad de garantizar verdad, justicia y reparación para todas las víctimas de violencia de nuestro país y procurar condiciones de seguridad y dignidad para toda la población”.

Recordó que es momento de reivindicar el modelo de cultura ignaciano, dirigido a la paz, la justicia y el diálogo permanente con la realidad e hizo un llamado a la no normalización de la violencia.

“Denunciamos la realidad: Hoy tenemos una tragedia que viven todos los mexicanos día a día. Exigimos verdad, tienen que dar con el paradero de estas personas desaparecidas y dar una explicación plausible. Exigimos justicia desde todos los niveles de responsabilidad. Exigimos reparación y medidas de no repetición con un plan de no repetición y un plan de pacificación con más medidas que solo militarizar”, añadió.

Pero también, señaló que el acervo intelectual de las universidades jesuitas está a disposición para construir acuerdos de paz.

Luis Arriaga Valenzuela, rector de la Ibero Ciudad de México, reiteró que se debe una verdad sobre lo qué pasó; un acceso a la justicia: una investigación para la identificación de los responsables; y la reparación, por ejemplo, asegurando a las víctimas que el caso no quedará impune ni se volverán a repetir.

Por su parte, Alexander Paul Zatyrka, SJ, rector del ITESO, resaltó que lo importante es que no quede en una anécdota, sino que se reflexione: “estamos experimentando una ausencia de humanidad. Nos estamos acostumbrando a la violencia”.

«Es evidente que estos colectivos políticos no van a actuar sin presión. No podemos seguir esperando a que las clases políticas tomen conciencia y actúen», declaró.

Durante la misa en honor de las víctimas con la que inició el panel Lorena Giacomán Arratia, asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, expresó que “el dolor no nos callará, hemos alzado y seguiremos alzando la voz frente a la violencia y la injusticia”.