Apesar de los constantes operativos y resguardo del llamado polígono del Alto Golfo de California, hábitat protegido de la vaquita marina, los cárteles del Pacífico (CDP) y Jalisco Nueva Generación (CJNG) han creado dos rutas marítimas para el trasiego de metanfetaminas a Estados Unidos, utilizando el Golfo de California.
De acuerdo con el Centro Internacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo (Cmcon) de Colombia, con informes de la Semar, se han logrado identificar dos rutas en el Golfo de California o Mar de Cortés, que se vuelven un cuello de botella en el sector pesquero de las Salinas, localizado en costas cercanas del área natural protegida del Golfo de Santa Clara, Sonora.
La información de la Semar señala que las cargas de droga sintética han sido ubicadas en su partida desde diversos puntos del denominado Triángulo Dorado, que abarca tres estados y 10 municipios: Sinaloa (Cosalá, Culiacán y Badiraguato), Chihuahua (Guadalupe y Calvo, Morelos, Batopilas y Guazapares) y Durango (Tamazula, Canelas y Topia), a través de embarcaciones menores que recorren el Golfo de California con la intención de evadir los controles de las autoridades, para recalar en la frontera que comparten México y EU en los estados de Sonora, con Arizona, y Baja California, con California.
“Conforme a los patrones de las trazas se ha identificado que los eventos inician al interior de la Bocana de El Dorado, Sinaloa, donde zarpan las embarcaciones con cargas ilícitas, arribando a costas de San Rafael, Sonora, donde se separa en dos ejes de avance; uno, paralelo a las costas de Sonora y el otro por Baja California, siguiendo por el Delta del río Colorado, para finalmente continuar por vía terrestre hasta los poblados de Indiviso y en Estación Coahuila”.
Los análisis y los intercambios de información entre las Armadas de México y Colombia señalan que estas rutas de trasiego de metanfetaminas hacia EU son por el alto costo que se puede pagar por un gramo que tiene un precio en las calles estadunidenses, que oscila entre 30 y 60 dólares (612 pesos a 1,224), mientras en México tiene un precio de 306 pesos.
De acuerdo con informes de inteligencia de la Semar, la ruta del norte de Sinaloa en el Mar de Cortés, a partir de 2019, es la más empleada para traficar estupefacientes desde las zonas de producción de drogas sintéticas, principalmente la metanfetamina.
El Cmcon de Colombia, con base en los informes de intercambio con la Semar, dio una voz de alerta en la que señala un aumento sustancial en la utilización del Golfo de California para el trasiego de metanfetaminas con destino a EU.
“Existe una tendencia al alza en el flujo de cargas de metanfetamina desde México utilizando el Golfo de California, con el fin de llegar a la frontera con EU, donde el tráfico interno busca llevar dichas cargas a puertos en California y así posicionar los estupefacientes en los mercados asiáticos y de Oceanía”.
Acciones para desincentivar el comercio ilegal de la Totoaba
Se fomenta el establecimiento de Unidades de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMA) y predios o instalaciones que manejan vida silvestre en forma confinada, fuera de su hábitat natural (PIMVS), en las que se lleve a cabo el manejo intensivo del pez totoaba para su investigación, comercio o liberación al hábitat natural, producto de la reproducción controlada.
Actualmente hay 7 UMA de manejo intensivo y 1 PIMVS con registro vigente para el manejo de totoaba, ubicados en Son., BC, y BCS, los cuales han contribuido con la liberación de 457 mil 450 ejemplares al hábitat natural.
Entre 2019 y 2020, se realizaron diversas acciones de aplicación de la ley:
Se realizaron 450 recorridos marítimos.
Se recuperando 163 artes de pesca (37,566 mts).
Se realizaron 236 recorridos terrestres, recuperando 104 artes de pesca (10,706 mts).
Se instalaron 520 puestos de revisión de sitios de embarque y desembarque.
Se verificaron 4,412 embarcaciones menores.
Se instalaron 298 puntos de control carreteros.
Se inspeccionaron 1,054 vehículos.
Se abrieron 18 carpetas de investigación, con un aseguramiento de 797 vejigas o “buches” de totoaba.
En las acciones de inspección y vigilancia participaron 500 servidores públicos coordinados por la Semar:
Conanp (5).
Profepa (20).
Conapesca (30).
Sedena (60).
Guardia Nacional (60).
Semar (325).