Redes de pesca ilegales causan muerte de 300 tortugas golfinas en Oaxaca

Los cuerpos de decenas de tortugas marinas se aglomeran en la arena de la playa Morro Ayuta, perteneciente al municipio de San Pedro Huamelula, en las costas del Istmo de Oaxaca. Su muerte, confirman autoridades ambientales, fue ocasionada por redes de pesca «fantasma», que son ilegales por barrer con toda la vida a su paso.

El pasado 23 de octubre, los cuerpos de 300 tortugas marinas comenzaron a apilarse en esta playa conocida por ser un santuario para esta especie, pues es uno de los destinos predilectos de anidación para la hembras. Esa fue precisamente una de las claves para determinar la causa de muerte de estos preciados animales de la especie Lepidochelys olivacea o tortuga golfina, que al igual que todas las demás, está clasificada en la categoría de riesgo de «en Peligro de extinción» (P), de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.

De acuerdo con una Acta Circunstanciada de Hechos, levantada el 26 de octubre por una investigadora independiente, inspectores federales y la responsable del Campamento Tortuguero Morro Ayuta, las 300 tortugas que aparecieron muertas eran hembras, por lo que se presume que se dirigían a la playa para anidar y depositar sus huevos.

El documento explica que fueron los integrantes del campamento tortuguero quienes alertaron al personal de la Procuraduría Federal para la Protección del Medio Ambiente (Profepa) y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) de la aparición de los ejemplares muertos, que del 23 al 26 de octubre sumaron 300.

También indica que con base en experiencia previa en varamientos, la doctora en Ciencias Veterinarias Adriana Cortés Gómez determinó que la causa de muerte fue «ahogamiento causado por artes de pesca, como puede ser redes dirigidas a la captura de escama en general». Estas redes, cuando son abandonadas, son conocidas como «fantasma» y son ilegales.

La conclusión de la causa de muerte se basó en las características de los cuerpos, entre los que destacan que no tenían heridas evidentes, que los pulmones estaban llenos de agua y que estaban infladas, lo que indican que murieron en el mar, varias horas antes de arribar a la playa.

Pero fue el hecho de que todas las tortugas fueran hembras animadoras lo que descartó que su muerte hubiera sido causada por ahogamiento por florecimiento algal nocivo, en cuyo caso hubieran muertos también machos y ejemplares más jóvenes en diferentes playas; mientras que si la causa hubiera sido por un derramamiento tóxico, habrían fallecido ejemplares de distintas especies marinas, y de tratarse de contaminantes, no se observaría una muerte simultánea masiva en una sola playa.

Los cadáveres de las tortugas fueron enterrados en la playa por personal de Profepa, Conanp y la Secretaría de Marina (Semar), así como por voluntarios de comunidades de Huamelula como Río Seco, Paja Blanca y Tapanala, a través del Proyecto Acciones de Reproducción y Conservación de la Tortuga Marina.

De acuerdo con registros hemerográficos, esta es la mortandad masiva de tortugas marinas más grave que ha acontecido en la región del Istmo de Tehuantepec, pues anteriormente no se había registrado una de tal magnitud, ni en la playa de Morro Ayuta.