Un grupo de hombres armados secuestró el viernes a 317 niñas de un internado en el norte de Nigeria, informó la policía, el más reciente de una serie de raptos masivos de alumnos en la nación de África Occidental.
La policía y el Ejército han iniciado operativos conjuntos para rescatar a las menores tras el ataque en la Escuela Secundaria Gubernamental para Niñas en el poblado de Jangebe, de acuerdo con Mohamed Shehu, vocero de la policía en el estado de Zamfara, quien confirmó el número de menores secuestradas.
Nasiru Abdulahi, uno de los padres, dijo a The Associated Press que sus hijas, de 10 y 13 años, se encuentran entre las niñas secuestradas.
«Resulta decepcionante que a pesar de que las fuerzas armadas tienen una fuerte presencia cerca de la escuela, no hayan podido proteger a las niñas», señaló. «A estas alturas, sólo tenemos esperanzas en la intervención divina».
Según Musa Mustafa, residente de la zona, los hombres armados atacaron también un campamento militar y un puesto de control próximos, impidiendo que los soldados interviniesen mientras los agresores pasaban varias horas en la escuela. Por el momento se desconoce si el ataque dejó víctimas fatales.
Varios grupos grandes de hombres armados operan en el estado de Zamfara, y se les conoce por realizar secuestros para cobrar rescates y lograr la liberación de sus miembros encarcelados a cambio. El gobierno los considera bandidos.
El presidente nigeriano Muhammadu Buhari dijo el viernes que el principal objetivo del gobierno es lograr que todas las niñas secuestradas regresen vivas e ilesas.
«No sucumbiremos ante el chantaje de bandidos y criminales que atacan a estudiantes inocentes con la expectativa de cuantiosos pagos por rescate», afirmó.
«No dejaremos que bandidos, secuestradores y terroristas se hagan ilusiones de que son más poderosos que el gobierno. Ellos no deberían confundir nuestra mesura para alcanzar las metas humanitarias de proteger vidas inocentes con una debilidad, o una señal de temor o indecisión», declaró.