El segundo intento de lanzamiento del vehículo Starship, de la firma SpaceX, tuvo el mismo resultado que el primero: una explosión.
La nave no tripulada, llamada SN9, alcanzó una altitud de 10 km y luego inició una maniobra programada de descenso controlado a poca distancia de donde había despegado, en la costa del estado de Texas.
Pero algo falló y quedó destruida.
La misma maniobra fue puesta a prueba el mes pasado con el modelo SN8, el cual terminó impactando en tierra y explotando de manera inesperada.
No obstante, SpaceX dijo que obtuvo una gran cantidad de datos y que sus ingenieros seguirían adelante con el programa.
«Recuerden, este fue un vuelo de prueba, la segunda vez que volamos Starship en esta configuración», dijo John Insprucker, el comentarista de las transmisiones de SpaceX.
«Solo tenemos que trabajar un poco en ese aterrizaje. Pero lo resolveremos con el equipo a medida que se revisen los datos. Estuvimos en contacto con la telemetría hasta el final. Así que, en total, otra gran prueba».
La nave espacial de 50 metros de altura es un prototipo de transporte espacial futuro.
El director de SpaceX, Elon Musk, cree que una vez que esté completamente desarrollado, el vehículo será capaz de llevar personas a Marte. También podría transportar pasajeros a gran velocidad por todo el mundo. O poner satélites en órbita.
¿Qué pasó en este segundo intento?
El diseño del Starship está progresando rápidamente en las instalaciones de I+D de la compañía, cerca del pequeño pueblo costero de Boca Chica, Texas.
Como SN8, el vehículo fue enviado hacia el cielo por sus tres motores Raptor que queman metano. Fueron apagados en secuencia, a medida que el prototipo alcanzaba la altitud deseada.
Al llegar a ese punto, el Starship se posicionó de manera horizontal para comenzar su vuelta a tierra, explicó el corresponsal de Ciencia de la BBC, Jonathan Amos.
Este descenso, controlado por grandes aletas en cada extremo del vehículo, busca simular cómo las naves espaciales futuras volverán a entrar en la atmósfera de la Tierra desde la órbita. Con esa posición, la amplia superficie que genera el vehículo reduce la velocidad.
La idea es que el vehículo retome una posición de cola hacia abajo justo antes de llegar a la superficie, momento en el que se vuelven a encender dos motores para frenar la caída.
Pero a primera vista, el SN9 solo logró encender un motor correctamente, dice Amos. El vehículo quedó envuelto en llamas al impactar en la plataforma de hormigón en tierra.
SpaceX ya tiene un SN10 montado para el próximo vuelo experimental. Otros prototipos se encuentran en varias etapas de ensamblaje en Boca Chica.
Musk ha declarado que Starship es ahora la prioridad número uno para SpaceX. La NASA le ha pedido que examine la posibilidad de aterrizar una nave espacial en la superficie lunar en los próximos años.