El príncipe Enrique abandonó su trabajo en la familia real por culpa de la prensa británica, a la que calificó de «tóxica», y admitió en una entrevista con James Corden que la presión mediática estaba «destruyendo» su salud mental.
Hace una semana, el Palacio de Buckingham anunció que el nieto de la reina Isabel II, junto a su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle, rompían con la familia real, por lo que no volverán a trabajar como miembros de la realeza, y por tanto perderían sus patrocinios, como el de la Unión de Rugby, y sus cargos honoríficos en las Fuerzas Armadas.
Enrique subrayó que no había «huido» de su país natal, sino que había dado un «paso atrás» para evitar el «entorno difícil» que lo rodeaba, pero dijo que su vida «es servicio público» y, por ello, siempre estará «contribuyendo» desde cualquier parte del mundo.
«Todos sabemos cómo es la prensa británica, y estaba destruyendo mi salud mental, era tóxico. Así que hice lo que cualquier marido y padre hubiera hecho: tengo que sacar a mi familia de aquí», explicó Enrique al británico James Corden en el programa «The Late Late Show» mientras viajaba por las calles de Los Ángeles —donde reside desde 2020— en un autobús turístico.
Antes de mudarse a California, la pareja ya había mostrado en múltiples ocasiones su descontento con el tratamiento que los tabloides británicos daban a Markle, de orígenes afroamericanos. Incluso llegó a demandar a uno de ellos por violar su privacidad por publicar extractos de una carta que escribió a su padre.
También reveló que supo que Markle, con la que espera a su segundo hijo, era la indicada en su «segunda cita» y que con ella pasó «un tiempo enorme» conociéndose, aunque admitió las dificultades que acarrea su posición familiar.
«Salir conmigo o con cualquier miembro de la Familia Real es para volverse loco. Todas las citas se convierten en cenas, ver televisión o charlar en casa», dijo.
De Archie, su hijo de un año, contó que es «histérico», que «ya junta tres o cuatro palabras y canta canciones» o que su primera palabra fue «cocodrilo». Además, la reina Isabel, con la que hablan por Zoom, le regaló por Navidad «una gofrera», que usan para desayunar.
Enrique admitió que prefiere la descripción que hace la serie de Netflix «The Crown» sobre su familia, porque «no pretende ser noticia» y que le gustaría ser interpretado por el actor pelirrojo Damian Lewis.
«Por supuesto que no es totalmente exacto, pero te da una idea aproximada de ese estilo de vida y de lo que puede salir de ahí», explicó Enrique, que aseveró que está más «cómodo» viendo la serie que leyendo «las historias que se escriben» sobre él, su mujer, o su familia.
También lamentó en su distendida charla con Corden no haber tenido casi la oportunidad de haber descubierto Los Ángeles a causa de las restricciones por la pandemia.