Dinamarca decidió deshacerse rápidamente de visones para luchar contra la pandemia del coronavirus, debido a una mutación del virus transmisible a los humanos, pero incluso después de muertos y enterrados, resurgieron de su tumba debido a los efectos de los gases de descomposición.
El fenómeno se produjo en un terreno militar cerca de Holstebro, en una de las fosas improvisadas donde se enterró a los animales sacrificados, según imágenes transmitidas por la televisión pública DR.
Los cadáveres de los visones, que salieron a la superficie bajo la presión acumulada de los gases de descomposición, están recubiertos solo por una fina capa de cal y de una tierra muy arenosa, que habría facilitado el fenómeno según la policía local.
And now, for the latest in the saga of Denmark's Covid-infested mink: Although buried 3 feet underground, the mink are bloated with gasses and thousands are rising to the surface – from mass graves. I swear they'll be making zombie movies about this soon.https://t.co/5V9q1A6j4I
— Sune Engel Rasmussen (@SuneEngel) November 24, 2020
El ministerio de Medioambiente y de Agricultura afirma en un comunicado que los visones están enterrados a entre un metro y medio y dos metros. Pero según DR, solo estaban a un metro de profundidad en este campo.
Para el ministerio, la reaparición de los cadáveres es «un problema temporal ligado al proceso de descomposición de los animales».
«El Estado juega con nuestra naturaleza y la utiliza como un vertedero», lamentó Leif Brogger, un consejero municipal de Holstebro, citado el miércoles por el diario Jyllands-Posten.