Con tres mil 752 homicidios consignados en las estadísticas de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), es decir un promedio de 10 crímenes por día, 2018 fue el más mortífero para las mujeres de México, con respecto a los últimos 29 años.
Las jóvenes mexicanas son las más expuestas a la violencia extrema, ya que 43 por ciento de los asesinatos perpetrados el año pasado corresponde a menores de 30 años.
Los datos del Inegi reafirman que las mujeres son asesinadas con más violencia y saña que los varones, a través de medios que producen mayor dolor, prolongan su sufrimiento antes de morir y conllevan la aplicación de la fuerza corporal para someterlas.
En 2018, 30 por ciento de las mujeres fue estrangulada, ahorcada o sofocada, ahogada, quemada, golpeada con algún objeto o herida con un arma punzocortante; mientras que el porcentaje de hombres asesinados por estos medios ascendió a 18.
Durante los sexenios de los ex presidentes Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto ocurrieron más de la mitad de los homicidios, tanto de hombres como de mujeres, del total registrados a nivel nacional desde 1990.
Sin embargo, fue durante la gestión de Peña Nieto que los asesinatos de mujeres repuntaron de forma crítica: los 17 mil 434 crímenes ocurridos superaron 42 por ciento los del sexenio previo, que fueron 12 mil 308.
Las tasas más altas de homicidios de mujeres en los últimos tres años las aportaron los estados de Colima, Baja California, Chihuahua, Guerrero, Zacatecas, Guanajuato, Quintana Roo, Baja California Sur, Morelos, Michoacán, Tamaulipas, Jalisco, Nayarit y Oaxaca.