La gobernadora Claudia Pavlovich Arellano exhortó a la Fiscalía General de Justicia en el Estado que solicite de manera oficial al Buro Federal de Investigaciones (FBI) su colaboración y respaldo para la investigación de la masacre de familias mormonas ocurrida entre Sonora y Chihuahua.
En un comunicado de prensa, el Gobierno del Estado de Sonora informo que luego del encuentro de la gobernadora Pavlovich con las víctimas, el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, y el mandatario de Arizona, Doug Ducey, y ante el ofrecimiento para colaborar de manera conjunta en un marco de respeto constitucional, fue que solicitó a la fiscal del Estado, Claudia Indira Contreras, hacer efectivo este acuerdo de colaboración que se respalden y fortalezcan las investigaciones.
Reitero el repudio a este acto contra inocentes y reconozco la necesidad de una colaboración efectiva entre todos los niveles de Gobierno y el FBI, quien ha ofrecido su colaboración respetuosa y apegada a la legalidad al tratarse de ciudadanos norteamericanos las víctimas”, aseguró la mandataria sonorense.
La solicitud de apoyo al FBI tiene como objetivo el contar con las herramientas, el apoyo técnico, tecnológico y acompañamiento en la investigación de este caso.
De igual forma y por involucrar presumiblemente delitos del fuero federal, la Fiscalía General de Justicia del Estado hizo entrega hoy del desglose triplicado de la carpeta de investigación sobre estos hechos a la Fiscalía General de la República, con lo que se trabajará de manera coordinada y de colaboración para esclarecerlo”, dicta el boletín.
Fue el pasado lunes cuando un grupo armado con rifles de asalto acribilló a balazos tres camionetas repletas de familias, dejando tres mujeres muertas, seis niños fallecidos, cinco menores de edad heridos de gravedad, todos las víctimas de las familias mormonas Miller, Langford y LeBarón que habitan entre Sonora y Chihuahua.
Aunque desde un principio se sabía de la utilización de armas de grueso calibre y que el crimen fue perpetrado por un grupo armado, por lo que evidentemente había delitos del fuero federal que perseguir, la Fiscalía General de la República dejó el procesamiento de la escena del crimen a la Fiscalía General de Justicia en Sonora.