Más de seis de cada 10 niños mexicanos entre 1 y 14 años experimenta una forma de disciplina violenta en su hogar, afirmó el representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en México (Unicef), Christian Skoog.
Ello a pesar de que solamente 5.4 por ciento de padres o tutores aprueban abiertamente el castigo físico como método de disciplina, destacó durante el coloquio «Prevención y atención de la violencia en contra de las niñas, niños y adolescentes: la experiencia sueca».
El experto afirmó que la situación de violencia contra la niñez en México es alarmante, ya que está por encima del promedio mundial y sostuvo que el contexto de la violencia contra ese sector se agudiza por la inseguridad en el país, por los altos niveles de impunidad y la presencia del crimen organizado, así como normalización de la violencia en la sociedad.
Detalló que los menores de edad enfrentan violencia física, mental y sexual; sobre todo en el entorno más cercano de su vida, es decir en el hogar, la escuela y comunidad.
Skoog sostuvo que es una paradoja porque donde deben ser más protectores de los niños son en los lugares donde se genera más violencia y por ende se ponen en riesgo su integridad y sus vidas.
Detalló que cada acto de violencia en contra de ese sector desde “una nalgada hasta la muerte virulenta es injustificada y perjudicial, porque causa daño físico y mental, además menoscaba sus derechos y su desarrollo porque constituye una afrenta a su dignidad humana”.
El representante de la Unicef señaló que este coloquio lleva a reflexiones sobre el uso del castigo corporal como consecuencia de la normalización y la justificación de su empleo para educar.