Este miércoles, la nube gris que obliga a los surcoreanos a usar una mascarilla llamó de nuevo la atención del presidente Moon Jae-in para impulsar medidas de emergencia contra la contaminación, entre ellas un proyecto con China para utilizar lluvia artificial y así limpiar el aire de esta capital.
El presidente surcoreano planteó este miércoles el proyecto a China tomando en cuenta que las tecnologías del gigante asiático están más avanzadas en lo relativo a provocar lluvia sobre las aguas que separan a ambos países, de acuerdo con reportes de la agencia de noticias local YonHap.
Señaló que los altos niveles de contaminación en el aire en Seúl, que afecta también a la ciudad china de Shanghái, son por la actividad industrial en el vecino país y por las emisiones de los vehículos en Corea del Sur.
El mandatario surcoreano indicó que el proyecto beneficiaría a ambos países y que podría también crearse un sistema conjunto de alerta de calidad del aire.
Anunció también la intención de acelerar el cierre de las centrales térmicas de carbón, según indicó su vocero Kim Eui-kyeom.
En tanto, el ministro de Economía y Finanzas de Corea del Sur, Hong Nam-ki, dijo que el gobierno maximizará sus recursos para abordar el problema de la contaminación, del polvo fino (partículas de menos de 10 micrómetros de diámetro) que ha cubierto Seúl y otras ciudades en los últimos días.
Citado por YonHap, Hong añadió que el presidente pidió a los funcionarios elaborar un presupuesto adicional, si fuera necesario, para reducir la contaminación, la cual mantiene en alerta a la población en Seúl con el uso de mascarillas para proteger su salud ante la gran nube gris en el ambiente.
El presupuesto adicional, que según la ley se puede usar solo en emergencias como la guerra, desastres naturales, recesión económica o desempleo masivo, serviría para aumentar el uso de purificadores de aire y expandir los proyectos conjuntos con China, de donde -insistió- provienen los contaminantes del aire.
La próxima semana los legisladores votarán un proyecto de ley que categorizaría el polvo fino como un desastre natural, debido a los severos daños a la salud, entre los que figuran enfermedades respiratorias y del sistema inmunológico.
Expertos surcoreanos en la materia han señalado que las fuentes externas, principalmente de China, representan hasta el 80 por ciento de la contaminación del aire por polvo fino en Corea del Sur.
Un primer intento para utilizar lluvia artificial y limpiar el aire en Corea del Sur fue llevado a cabo por la agencia meteorológica local en enero pasado, pero fracasó.