Los habitantes de Mosul, la mayor ciudad del Norte de Iraq, se sumaron a una campaña para recoger basura de las calles, pero también escombros de la guerra contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) y desechos de las elecciones del año pasado.
Decenas de grupos de voluntarios participaron en la campaña de limpieza, aunque los trabajos más pesados corrieron a cargo de las excavadoras del Gobierno regional, que actualmente está intervenido por orden de Bagdad y dirigido por el Ejército iraquí.
En la campaña participaron tres mil personas de diferentes cuerpos de seguridad y organismos públicos, además de 14 equipos de voluntarios de organizaciones de vecinos.
También se emplearon cerca de 500 excavadoras y otras máquinas para remover escombro, según el jefe de la campaña en la provincia de Nínive, Abdulkader Aldajil.
Los equipos de ingenieros removieron barreras de cemento y montículos de tierra que fueron colocados en el acceso a algunos barrios de la ciudad para protegerlos de los atentados terroristas, que se multiplicaron en Mosul al comienzo de este año.