Matrimonio infantil afecta a 800 millones de mujeres

Al menos 800 millones de mujeres en la actualidad se casaron cuando eran niñas y 200 millones siguen sin tener acceso a métodos y servicios contraceptivos, informó hoy el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU).

Según el informe anual del FPNU publicado este miércoles, con el que el organismo además conmemora sus 50 años de existencia, en países como Bangladesh, Chad, Etiopía o Guinea el 60 por ciento de las mujeres contraen matrimonio antes de los 18 años, mientras que el porcentaje de hombres en esa misma situación no alcanza el 20 por ciento.

Agregó quer las mujeres del mundo se casan antes de los 18 años de edad como media, aunque ese porcentaje se eleva al 40 por ciento en los países menos desarrollados.

En tanto, también precisa que «cada día mueren más de 500 mujeres y niñas durante el embarazo y el parto» en «los países en situaciones de emergencia».

La directora ejecutiva del FPNU, Natalia Kanem, señala que «si bien la disponibilidad de los anticonceptivos ha aumentado a lo largo de los años, hoy en día aún existen cientos de millones de mujeres que no tienen acceso a ellos o a las opciones reproductivas que los acompañan».

Indicó que al no tener acceso a ellos, carecen del poder para tomar decisiones sobre sus propios cuerpos, incluso sobre la posibilidad o el momento del embarazo, destacó la Deutsche Welle.

En contraste, la FPNU subrayó que en los 50 años de su existencia ha habido claros avances, como el uso de contraceptivos entre mujeres, por ejemplo, ha crecido del 24 por ciento en 1969 al 58 por ciento en 2019 (del 1 al 37 por ciento en los países menos desarrollados).

El matrimonio infantil es una práctica tradicional que se lleva a cabo en numerosos países y que supone una grave violación de los derechos de los niños y las niñas, impide la libertad física de la persona, así como su capacidad de decidir su futuro por sí misma.

Los factores subyacentes del matrimonio infantil son complejos y están interrelacionados. Las razones varían dentro de los países y entre ellos en función de las circunstancias individuales y los contextos sociales.

El matrimonio infantil, en general, es fruto de una combinación de pobreza, desigualdad de género y falta de protección de los derechos de los niños y las niñas. Estos factores con frecuencia se agravan por un acceso limitado a una educación de calidad y a oportunidades de empleo, y se ven reforzados por las normas sociales y culturales fuertemente arraigadas.