Dos hijos del capo mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán, prófugos en México, fueron inculpados por la justicia estadounidense por narcotráfico, informó el jueves el departamento de Justicia.
Joaquín Guzmán López, de 34 años, y Ovidio Guzmán López, de 28, fueron acusados hace un año de conspiración para traficar cocaína, metanfetaminas y mariguana a Estados Unidos entre 2008 y 2018, pero la inculpación recién se divulgó este jueves.
Su padre fue hallado culpable de traficar más de 130 toneladas de drogas a Estados Unidos por un jurado de Nueva York el 12 de febrero, y enfrenta una pena de cadena perpetua.
Otro hijo de «El Chapo», Jesús Alfredo Guzmán Salazar, conocido como «Alfredillo», fue acusado de varios delitos de narcotráfico en Estados Unidos en 2014 y figura incluso en la lista de los 10 fugitivos más buscados de la agencia antidrogas estadounidense, la DEA.
Un hermano de Alfredillo, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, también ha sido implicado en el narcotráfico por las autoridades mexicanas.
Otro de los fugitivos más buscados de la DEA es Ismael «Mayo» Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa y co-acusado en la inculpación del gobierno estadounidense contra «El Chapo». «El Mayo» no ha pasado un solo día de sus 70 años en la cárcel y sigue prófugo, posiblemente en las montañas de Sinaloa.
Tras el tercer y último arresto de «El Chapo» en México en enero de 2016, el Cártel de Sinaloa que el capo dirigía se vio envuelto en una lucha intestina entre sus hijos por un lado, y el ex mano derecha del capo, Dámaso López Núñez, alias «Licenciado», y su hijo «Mini Lic» por otro.
«El Chapo» tuvo varios hijos con diferentes mujeres. Las más pequeñas, mellizas de siete años, asistieron a varias audiencias del capo y a una jornada del juicio en la corte federal de Brooklyn, acompañadas de su madre Emma Coronel. También visitan a veces al capo en su prisión de Nueva York.