La policía uruguaya logró decomisar 70 plantas de mariguana que estaban dentro de un departamento y que eran propiedad de un hombre de 34 años.
En un comunicado de prensa, la dependencia indicó que el operativo fue montado luego de una denuncia anónima.
Luego de la denuncia, la Brigada Departamental Antidrogas junto con la Policía Científica y funcionarios del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) inspeccionaron la vivienda y constataron la existencia de 70 plantas «en estado de germinación, vegetación y floración» y se detuvo al propietario.
El Ministerio del Interior informó también que el Juzgado Letrado en lo Penal de 1º Turno condenó al hombre como «autor penalmente responsable de un delito continuado de producción de sustancias estupefacientes».
En este sentido, se decretó la pena de 20 meses de prisión que cumplirá con ocho meses de prisión efectiva y los restantes 12 en régimen de libertad vigilada.
Las plantas que fueron incautadas por la Policía uruguaya fueron remitidas al Instituto Técnico forense para ser confiscadas y posteriormente destruidas.
Desde diciembre de 2013, bajo la presidencia de José Mujica (2010-2015), en Uruguay es legal el acceso a la mariguana recreativa por tres vías.
Luego de un lento proceso de implementación que culminó en 2017, hoy en el país suramericano se puede acceder a esta droga por todas las formas que el Parlamento aprobó.
Para conseguir la mariguana de manera legal los uruguayos pueden hacerlo a través de las farmacias, donde cada usuario puede comprar hasta 40 gramos al mes o perteneciendo a los clubes de cultivadores, donde los usuarios tienen mayor libertad ya que pueden plantar diferentes tipos de cannabis y acceder a una mayor cantidad.
En el caso del uso doméstico, cada persona puede tener hasta seis plantas por vivienda y producir hasta 480 gramos anuales.
Para acceder a cada uno de las formas, cada usuario tiene que ser habilitado por el Ircca y, aquel que pertenece a una de las vías, no puede adquirir mariguana por ninguna de las dos restantes.
