El movimiento indígena que protesta en Ecuador anunció este sábado que sostendrá el «diálogo directo» propuesto por el presidente Lenín Moreno, para negociar una salida a la violenta crisis que desataron los ajustes económicos pactados con el FMI.
Luego de un proceso de consulta con las comunidades, organizaciones, pueblos, nacionalidades y organizaciones sociales, hemos decidido participar en el Diálogo directo (con Moreno)”, dijo la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) en un breve comunicado en Twitter.
La organización reconsideró su negativa inicial y aceptó un encuentro cara a cara con el presidente para discutir «la derogatoria o revisión del decreto» sobre las reformas económicas, tras más de una semana de protestas que dejaron cinco muertos y casi 2 mil heridos y detenidos.
El viernes, Moreno consideró «indispensable frenar la violencia» e invitó a la Conaie a «encontrar soluciones» frente al llamado de la dirigencia a radicalizar las acciones tras el fracaso de una primera tentativa de acercamiento a instancias de la ONU y la Iglesia católica.
Sin embargo, el movimiento indígena dijo que la propuesta carecía de «credibilidad», insistiendo en que solo se sentaría a conversar «cuando se derogue» el decreto que eliminó subsidios y encareció los combustibles en hasta 123 por ciento.
Este sábado los indígenas, esta vez liderados por las mujeres, salieron a marchar en el marco de nuevas protestas y focos de violencia contra los ajustes.
Los enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía continuaron esta jornada con más heridos, con un número aún por determinar, en el centro de la capital, que quedó casi sitiado por los distintos bloqueos en sus accesos.
Los alrededores al parque de El Arbolito y la Casa de la Cultura Ecuatoriana, tomada por miles de indígenas como su cuartel en estas protestas, fueron escenario de una gran batalla campal con barricadas, fogatas y bombas lacrimógenas que lo dejaron todo lleno de cortinas de humo.
Al mismo tiempo, las protestas también se extendieron al resto de la ciudad, especialmente a la zona norte, donde están los barrios más acomodados y pudientes, que fueron atravesados por distintas marchas, una de ellas solo formada íntegramente por miles de mujeres.
Los bloqueos y manifestaciones también se repiten por el resto del territorio ecuatoriano, lo que ha provocado problemas de abastecimiento de alimentos en combustible en varias provincias.