En 2018, el terrorismo yihadista causó 10 mil 598 víctimas mortales en todo el mundo, de acuerdo con el informe anual del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET).
El organismo, con sede en España, contabilizó mil 571 ataques terroristas yihadistas en 37 países.
Aunque supone una reducción de 23% respecto de 2017, lo cierto es que el movimiento yihadista cada vez tiene más presencia en el planeta”, dijo a Excélsior Carlos Igualada, director del OIET.
En su Anuario, el organismo internacional refirió que el Estado Islámico en Siria e Irak causó mil 745 muertes en 2018 y Boko Haram, mil 225 víctimas mortales.
Igualada comentó que uno de los objetivos con la publicación del Anuario es concientizar a la población en general de que “el terrorismo yihadista no sólo tiene acto de presencia cuando se produce un atentado terrorista en Europa, sino que diariamente se están cometiendo ataques yihadistas en Afganistán, Irak, Somalia, Nigeria, Mali y decenas de países”.
De acuerdo con expertos del OIET, se ha reducido en más de 83% el número de víctimas del terrorismo yihadista y en 46% los atentados terroristas yihadistas.
Los grupos talibán fueron los terroristas más letales el año pasado, causando al menos dos mil 493 muertes.
Esos mismos talibanes incrementaron su dominio en Afganistán, país con el mayor número de atentados y de muertes.
Si bien es cierto que hay focos rojos como Afganistán, que acapara la atención mediática, también es cierto que hay otros países del cuerno de África, Oriente Medio y el sureste asiático en los que se están formando grupos yihadistas para perpetrar atentados.
Es estudio concluyó que 38.3% de las víctimas mortales del terrorismo yihadista sufrió atentados en países del centro o el sur de Asia; 33.8% de las víctimas fue en países de Oriente Medio y el norte de África; 25.2% en África Subsahariana; y Europa Occidental registró 0.08%.
Los especialistas indicaron que la disminución en la cifra mortal podría relacionarse con la reducción de la actividad propagandística del Estado Islámico.
El atentado más sangriento de 2018 fue el perpetrado en la localidad de Baluchistán, en Pakistán, que dejó 149 muertos, y cuya autoría es de Wilayat Khorasan, la filial del Estado Islámico en la región, indicó el Anuario del Terrorismo Yihadista 2018.
Es poco probable que 2019 transcurra sin la ocurrencia de uno o varios ataques de inspiración yihadista, agregó.