La Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés) dio a conocer que durante el 2018 se generaron 50 millones de toneladas de basura electrónica, cantidad que irá en aumento al grado de que se prevé una producción global de 120 millones de toneladas de E-waste, como se le conoce a este desperdicio, para 2050.
La ITU dio a conocer estas cifras en su cuenta oficial de Twitter para invitar a la población mundial a cambiar sus hábitos de consumo electrónico debido a que este tipo de desecho genera problemas serios en el ambiente, tales como la contaminación de mantos freáticos o aumento en el calentamiento global.
De acuerdo con estimaciones de la ITU, es necesario promover el desarrollo de proyectos enfocados en la recuperación y el reciclaje de componentes electrónicos además de que se crean más mercados en los que intervienen los profesionales dedicados al reciclaje de componentes de esa naturaleza.
El organismo señaló que para cambiar la actitud de la población mundial hacia la tecnología y reducir la producción de basura electrónica, es importante usar las cosas más de una vez, en caso de ser posible repararlas antes de decidir desecharlas y separarlas en caso de tener que enviarlas a la basura.
Al usar correctamente los aparatos electrónicos que se tienen en casa y disponer de la manera adecuada de los desechos que se generan cuando éstos ya no funcionan, es posible contribuir a detener el cambio climático.