Apple planea desvelar tres nuevos modelos de iPhone en otoño de este año, a pesar de la poca acogida que tuvo el XR en el mercado y las malas ventas de su última tanda de productos, sobre todo en China, que provocaron una revisión a la baja de su previsión de ingresos.
De acuerdo con fuentes consultadas por The Wall Street Journal, la tecnológica se plantea lanzar tres dispositivos cuya diferencia fundamental residiría en las cámaras traseras: el de alta gama -similar al XS actual- contaría con una triple cámara, en tanto que las gamas más bajas -como el XR- contarían con solo dos.
Uno de estos teléfonos dispondrá de una pantalla LCD, la que Apple utiliza para sus dispositivos más asequibles, en tanto que los otros dos llevarán cristales OLED, que permite unas imágenes más brillantes y nítidas.
Según el rotativo, estos serían los últimos modelos con pantallas LCD, ya que la compañía de la manzana pretende que en 2020 todos dispongan de las OLED.
La estrategia de Apple parece seguir la tendencia del mercado de mejorar las capacidades fotográficas del dispositivo.
Sin embargo, llega con algo de retraso ya que el año pasado Samsung presentó un dispositivo con cuatro cámaras traseras, el Galaxy A9, en tanto que la china Huawei -que le está arrebatando una cuota importante del público asiático- lanzó otros dos con tres.
Las mismas fuentes aseguran que Apple está estudiando a la competencia china para intentar conquistar de nuevo al mercado, con la posibilidad de integrar en sus teléfonos una doble tarjeta SIM.
Por otro lado, para reducir costes, la compañía está planteándose eliminar algunas funciones de sus modelos de 2019: como por ejemplo, el «force-touch», que discrimina la presión que recibe la pantalla para funciones específicas.