Un sapo puertorriqueño en peligro de extinción nació por primera vez mediante fertilización in vitro en un intento de los científicos estadounidenses por evitar su desaparición, anunciaron funcionarios el viernes.
Olaf, llamado así en honor al esperma congelado de donde salió, es el primero de más de 300 sapos conchos puertorriqueños que nacieron después del primer intento fallido, dijo a The Associated Press, Diane Barber, la conservadora de especies de sangre fría en el zoológico de Fort Worth en Texas.
«No solemos nombrar a nuestros sapos, pero este merecía reconocimiento especial», dijo por teléfono. «Estamos muy, muy emocionados… aguantas la respiración durante 30 días para ver si van a metamorfosearse».
En Galicia un sapoconcho es una tortuga, pero el sapo concho es un sapo nativo de Puerto Rico. Los sapo conchos se encuentra en peligro de extinción, se distinguen porque tienen crestas protuberantes encima de los ojos y un hocico curveado y largo. 🇵🇷 pic.twitter.com/2Sk80VSFvo
— Caribeña 🇵🇷 🌎Del mar y el sol (@demarcaribe) June 3, 2019
Diane Barber formó parte del equipo que viajó el año pasado al pueblo de Guayanilla, en el suroeste de la isla, para juntar esperma de seis sapos conchos puertorriqueños machos que después fueron liberados de nuevo a la naturaleza. Los científicos tuvieron cuidado de escoger a los machos más grandes que tenían lo que llaman excrecencia nupcial en sus pulgares, lo cual indica madurez sexual y les ayuda a sostenerse de las hembras, dijo.
Extraer el esperma de sapos que miden hasta 11 centímetros (4.5 pulgadas) de largo suele ser fácil: lo liberan en la orina, y suelen orinar cuando son levantados, dijo Barber. Pero para los sapos que no orinaron, se utilizó otra táctica.
Es un poco extraño, pero si los sostienes en tu mano, los observas y les ladras como perro, orinan, dijo.