Enrique Bonilla visitó de manera sorpresiva el entrenamiento de los Tiburones Rojos del Veracruz. El presidente de la Liga MX se encerró con el plantel para tratar el tema de los adeudos que van más allá de tres meses, lo que ha provocado que algunos jugadores tengan que vivir en otras condiciones a las que estaban acostumbrados.
Bonilla, a su salida, no quiso hablar a profundidad de lo que le dijo a los futbolistas: “Estamos trabajando, seguimos avanzando, buscando solución a esta situación. Nuestra función es tratar de resolver estos problemas”.
El presidente de la Liga MX, en una visita pasada, había pedido a los futbolistas jarochos que denunciaran su situación, aunque ha trascendido que hay un acuerdo o amenaza de la directiva para que nadie se queje.
La Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales lanzó un comunicado en donde se pide a los jugadores denuncien estos problemas: “No permitas las injusticias, si existe un atraso de pago de salario, un despido injustificado o algo que afecte tus derechos o de nuestros compañeros, es momento de alzar la voz. Comunícate con nosotros para orientarte de la mejor forma”.
Según las nuevas reglas de FIFA, con un atraso de sueldo de dos meses, los jugadores podrían rescindir su contrato con el club deudor.