Las autoridades colombianas encontraron muerto al exsecretario de Transparencia de la Presidencia, Rafael Merchán, testigo en el caso Odebrecht en Colombia, menos de dos meses después de que falleciera Jorge Enrique Pizano, cuya declaración estaba considerada clave.
Según el diario El Tiempo, el cuerpo de Merchán, quien tenía 43 años, fue hallado en circunstancias extrañas dentro de su casa de Bogotá y había sido citado como testigo en el proceso penal contra Luis Fernando Andrade, expresidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
Andrade está acusado por la Fiscalía de delitos de interés indebido en la celebración de contratos; ocultamiento, alteración o destrucción de elementos materiales probatorios y falso testimonio.
Los hechos investigados corresponden a la adición del contrato de concesión Ruta del Sol II, cuyo socio mayoritario era la empresa brasileña Odebrecht, realizada cuando Andrade se desempeñaba como presidente de la ANI.
En ese mismo caso, Jorge Enrique Pizano falleció de un infarto, según el informe del hospital donde fue atendido, y tres días después murió su hijo, el arquitecto Alejandro Pizano Ponce de León, envenenado con cianuro al beber agua que estaba en una botella que halló en un escritorio que su padre tenía en su casa.
Por esa investigación, el pasado 20 de diciembre el director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia, Carlos Valdés, renunció en medio de la controversia por el manejo de las pruebas sobre el fallecimiento de Pizano.
Según la Fiscalía, los sobornos que pagó Odebrecht en ese país para hacerse con el contrato de la carretera Ruta del Sol II, en donde Pizano trabajó como auditor en representación del Grupo Aval, fueron de 28.35 millones de dólares.