El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizó el miércoles una visita sorpresa a los soldados estadunidenses estacionados en Irak, donde anunció que no tiene “absolutamente ningún plan” de retirarlos de allí.
Es el primer viaje de Trump a una región en guerra, y se realiza poco después de que anunció la retirada de las fuerzas estadunidenses apostadas en Siria.
Declaró que quiere que los militares estacionados en Siria regresen a casa, pero que Irak puede usarse como plataforma para lanzar ataques contra el grupo Estado Islámico.
Trump, en conversación con reporteros que viajaban con él, dijo que Estados Unidos puede atacar al EI de forma ‘dura y rápida’.
(Los terroristas) ni siquiera se darán cuenta de qué demonios ocurrió”, afirmó.
La visita de Trump había estado sumida en el más estricto hermetismo
El Air Force One viajó de noche desde Washington y aterrizó en una base aérea al oeste de Bagdad en medio de la oscuridad la noche del miércoles.
Pasados 15 años desde la invasión del 2003, Estados Unidos mantiene en Irak más de 5 mil efectivos militares.