Narco de Chicago narra su relación y negocios con «El Chapo»

Pedro Flores, considerado por las autoridades federales estadounidenses como el narcotraficante más importante de la ciudad de Chicago, junto con su hermano Margarito, comenzó a testificar hoy en el juicio de Joaquín «El Chapo» Guzmán en Nueva York.

Flores, ciudadano estadunidense que recibió una condena de 14 años de prisión tras declararse culpable de cargos relacionados con el tráfico de drogas, se convirtió en la década del 2000 en el más importante distribuidor de cocaína para el Cártel de Sinaloa en Chicago.

De 37 años de edad, Flores describió que comenzó en el negocio del tráfico de drogas desde los siete u ocho años de edad, cuando ayudaba a su padre a descargar cargamentos de drogas en Chicago.

En su carrera, Flores y su hermano distribuyeron 60 toneladas de cocaína y otras drogas. El negocio se multiplicó una vez que ellos entraron en contacto con Guzmán y con Ismael «El Mayo» Zambada.

Flores contó algunos episodios aterradores de su encuentro con Guzmán, como una vez que el acusado mandó ejecutar a una persona por un error del testigo, quien pensó que una nota de prensa era falsa.

El testigo también narró que una vez, cuando llegó al rancho de Guzmán, vio a un hombre encadenado a un árbol, y el lugar era vigilado por unos 40 hombres armados.