La protesta de los “chalecos amarillos” en Francia registró una baja significativa de participación en su quinta edición consecutiva, en la que aunque hubo algunas cargas policiales no se produjeron las escenas de disturbios anteriores.
El último balance del Ministerio del Interior destacó que en el país hubo 66 mil manifestantes y, sólo en París, unos cuatro mil, frente a los 136 mil y 10 mil, respectivamente, de hace siete días.
También menor fue el número de detenidos y heridos. La Prefectura de Policía de París indicó que en la capital hubo siete heridos y 168 arrestados, de los que 115 quedaron bajo custodia, en comparación con los 96 heridos y mil 082 detenidos, de los que más de 900 quedaron bajo arresto, de la cuarta jornada.
La posibilidad de que se repitieran altercados hizo que el Ejecutivo movilizara a ocho mil agentes y 14 vehículos blindados en París.
Los Campos Elíseos y la Plaza de la Ópera Garnier, epicentros de la marcha parisina, estuvieron especialmente vigilados, con registros en los accesos y el cierre de las líneas de metro aledañas y de museos y comercios por seguridad.