La Universidad de Miami (UM) dio a conocer hoy un estudio que confirma que diplomáticos estadunidenses sufrieron de síntomas neurológicos, cognitivos y emocionales, tras una supuesta exposición a una fuente de energía desconocida en La Habana.
Si bien los presuntos ataques hicieron titulares en 2017, esta es la primera vez que los médicos de UM revelan detalles de sus hallazgos en los pacientes referidos por el Departamento de Estado.
El reporte fue publicado en la revista «Laryngoscope Investigative Otolaryngology» por Michael E. Hoffer, profesor de otorrinolaringología y cirugía neurológica.
«Tenemos la evidencia física de que algo sucedió allí. Esta gente sufrió anomalías, no sabemos aún a qué estuvieron expuestos, pero sabemos que algo les hizo sufrir esas anomalías», según Hoffer.
El profesor reconoció en rueda de prensa que hay dispositivos electrónicos que emiten ondas y algunos ocasionan daños físicos a los seres humanos.
Hoffer señaló que 25 de 35 pacientes estudiados tuvieron síntomas como pérdida de equilibrio, mareos, desbalance y dificultades con la orientación y concentración.
Por su parte, Cristina Pelusso, del departamento de otorrilaringología de UM, dijo que estos síntomas corresponden a «una disfunción de órganos internos del oído que afecta el equilibrio como el patrón en gran parte de estos pacientes».
Los médicos reportaron que 92 por ciento de los afectados presentaron mareos, 56 por ciento problemas cognitivos, y todos tenían una anomalía otolítica y evidencia de disfunción cognitiva.
Los resultados de este estudio contrastan con otro de la Universidad de Pennsylvania, según el cual, 21 de los pacientes habían adquirido un trauma cerebral moderado conocido como concusión.
Estados Unidos ha catalogado a los incidentes como «ataques a la salud», que ocurrieron en residencias diplomáticas y dos hoteles en La Habana y afectaron al menos a 26 agentes de inteligencia y personal diplomático desde finales de 2016 hasta mayo de este año. Canadá también había confirmado 13 afectados.
El Departamento de Estado anunció el 2 de marzo de 2018 que mantendría solo personal mínimo en su embajada en La Habana, tras ordenar la salida mayor parte de su delegación como consecuencia de misteriosos «ataques sónicos» que hirieron a 24 estadounidenses. Cuba niega las acusaciones.