El funeral de Estado en memoria del ex presidente George H. W. Bush (1989-1993) comenzó hoy en la Catedral Nacional de Washington con la presencia del mandatario de EU, Donald Trump, y de los cuatro ex dirigentes vivos del país.
El servicio fúnebre empezó a las 11.00 hora local (16.00 GMT), y a este también asisten la canciller de Alemania, Angela Merkel, el rey Abdalá II de Jordania y el ex presidente de México Carlos Salinas (1988-1994), entre otros.
Poco antes de que diera inicio el acto, Trump y su esposa, Melania, se sentaron en primera fila del templo al lado de los ex presidentes demócratas Barack Obama (2009-2017), Bill Clinton (1993-2001) y Jimmy Carter (1977-1981), que asisten a la misa junto a sus respectivas esposas, Michelle, Hillary y Rosalynn.
Obama y su esposa Michelle dieron cordialmente la mano a Trump y a la primera dama cuando ambos llegaron y ocuparon sus asientos, mientras que Bill y Hillary Clinton, sentados más lejos, no se giraron para saludarles.
El apretón de manos entre Trump y Obama fue la primera interacción conocida entre ambos desde el traspaso de poder el 20 de enero de 2017, hace casi dos años.
El ex presidente republicano George W. Bush (2001-2009), hijo del fallecido, llegó más tarde a la catedral porque había acompañado el traslado del féretro de su padre desde el Capitolio, donde hubo una capilla ardiente de más de 24 horas, hasta el templo en el que se celebra el funeral de Estado.
Bush, que pronunciará una elegía en memoria de su padre, saludó a todos los ex presidentes y sus esposas antes de tomar su asiento al otro lado del pasillo, también en primera fila, junto a su esposa, Laura.
Después de las exequias, el féretro del ex presidente será trasladado a Texas de nuevo, para recibir el jueves un último adiós por parte de su familia.
Los restos de George H. W. Bush descansarán, finalmente, junto «al amor de su vida», como definía siempre a su esposa Barbara Bush, en la Biblioteca Bush situada en la localidad de College Station (Texas), a 160 kilómetros de Houston.